Caso Jubany: la juez investiga si el encarcelado por el crimen escribió los anónimos a Helena en vísperas de su asesinato

Además, la instructora apuntó ya a la posibilidad de que Laiglesia hubiese participado en la redacción de los textos, por los que hay otro imputado, Xavier Jiménez, después de que la Policía Científica demostrase que había escrito parte de los mismos. En ellos se hacía referencia a volver a coincidir en alguna de las salidas de la Unión Excursionista de Sabadell (UES), entidad de la que tanto los sospechosos del crimen como la víctima eran socios.

Así, en esta nueva resolución, fechada el 4 de diciembre, la juez acuerda someter a Laiglesia a la caligráfica ya que es el único de los presuntos implicados en el asesinato que no ha realizado la prueba, tal y como recordó el Ministerio público en su escrito. «Hasta la fecha solamente se ha practicado la diligencia respecto de tres de los cuatro investigados en la causa, por lo que, encontrándose cercana la fecha de finalización de la instrucción, conviene acordar su práctica sin mayor dilación respecto» al ahora encarcelado, sostiene la instructora.

Por su parte, el abogado de la familia Jubany, Benet Salellas, también ha solicitado tomar declaración a dos testigos, la titular de una farmacia de Sabadell y una de sus empleadas, a las que ya se citó durante la primera reapertura de las pesquisas, pero el sobreseimiento posterior dejó sin efecto la diligencia acordada. Es relevante porque fue la propia víctima, tras ingerir parte de las bebidas que le dejaron junto a los anónimos quien, tras sentirse aturdida, las llevó a analizar, y así pudo determinarse que estas habían sido adulteradas con el sedante, Noctamid, que luego reveló la autopsia que se encontraba en su organismo cuando la mataron.

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Aún es más relevante otro indicio, ese mismo sedante se encontró en casa de quien fuera una de las primeras sospechosas por el asesinato: Montserrat Careta, pareja entonces de Laiglesia, que vivía en el edificio desde donde arrojaron el cuerpo de la víctima, en la calle Calvet d'Estrella de Sabadell, aquel 2 de diciembre de 2001, hace ahora 24 años. Careta se suicidó unos meses más tarde, cuando se encontraba en prisión provisional, después de reiterar su inocencia. Ahora, la instructora que ha enviado a Laiglesia entre rejas, recuerda que este convivía con ella, o al menos «pasaba mucho tiempo en dicho domicilio». También que, tal y como determinó la Policía, que «resulta razonable presumir que el traslado del cuerpo» de Helena desde el lugar del que fue arrojado «difícilmente podría haberse llevado a cabo por una sola persona». Por eso, los investigadores ya concluyeron en su momento que Careta no podía haberlo hecho sola, por lo que «forzosamente» tuvo que ser ayudada por «alguna otra persona», y la opción más razonable es que esa otra persona fuese «su compañero sentimental», recordó la juez para enviarlo a prisión preventiva.

Con la prueba caligráfica la instrucción encara ya su recta final y, tal y como apuntan los Jubany, la celebración del juicio se encuentra cerca. Encaran los últimos avances «con la esperanza de poder llegar, finalmente, a saber la verdad» sobre el asesinato de Helena, tras décadas de impunidad.