Jordi, el primo (más) ultra de Pere Aragonès

Jordi Aragonès da forma intelectual, por decirlo de alguna manera, a Aliança Catalana. Argumentario fácil que impregna el nacionalismo catalán desde hace lustros: musulmanes y españoles, malos, todos; lengua española, fuera de Cataluña; lengua catalana, única oficial; «España nos roba más del 40% de los impuestos que paga anualmente»; las ayudas económicas, solo para los de casa, no para los extranjeros; la inmigración es «una carga social»... Esto es lo que se destila en la cuna del catalanismo, un pueblo de algo más de 10.000 habitantes, y en el que el 30% de sus votantes lo hicieron por Orriols, a los que habría que sumar un 16% que optó por Junts, otro 16% por ERC y un 12% por la CUP. Pocas diferencias. Las formas, si acaso.

El primo del 'president' estuvo en la toma de posesión de Orriols en Ripoll. «Salvemos Cataluña» (de los españoles y la islamización) fue su lema, que es el del partido. Con menos de 30 años, Jordi es profesor de Historia en un instituto, según ha señalado a diversos medios, y fue profesor de la UNED… ¡Española! ¡Así están las cosas en Cataluña! Compagina su docencia con la responsabilidad del programa de la formación política, desde la que se acusa a Junts y ERC de no ser suficientemente independentistas, pues en el Parlamento autonómico hay una mayoría de diputados a favor de la secesión y no se avanza. ¡Botiflers!, está a punto de gritarle a su primo, al que ya no ve tan a menudo desde que aquel tiene el encargo de llevar a sus hombros la Generalitat de Cataluña.

En Ripoll, la población extranjera supone el 13,33% del total (según los datos oficiales a 1 de enero de 2022), es decir, el 0,11% de toda Cataluña. Está por debajo de la media catalana, que se sitúa en el 16,32% del total de los más de 7,7 millones de personas que viven en la región. Lo que sí destaca en Ripoll es que el 56% de los extranjeros tienen su origen en Marruecos. Algo menos de 800 personas. Pero estos matices o los desconocen Orriols y Aragonès o los omiten. Porque entonces ya no vale el «Salvemos Cataluña» para hacer demagogia en la cuna del catalanismo y al lugar que uno tiene que acudir si quiere ver la tumba de Wifredo el Velloso, el primero de la dinastía condal de Barcelona de finales del siglo IX.

Jordi Aragonès lleva años defendiendo el lema: «¡La nación está en peligro!», evolucionado ahora al «Salvemos Cataluña», pues antes de 'pensar' para Aliança Catalana lo hizo para el Front Nacional de Catalunya, formación a imagen y semejanza del Frente Nacional francés de otro linaje: los Le Pen. Ya en 2019 defendía y escribía que el empobrecimiento de la clase media era una oportunidad para un movimiento político xenófobo como el que encarnaba Orriols (también en el Front Nacional). Antes, Jordi Aragonès trató de acomodarse en Unió Democràtica de Catalunya (UDC), la parte más conservadora de CiU, y tuvo como mentor al que fuera alcalde de Vic (Barcelona) Josep Maria Vila d'Abadal, recordado en política, básicamente, por sus ideas xenófobas e independentistas.

Nuestro Aragonès preparó una tesis sobre Jordi Pujol, al que adora y elogia. No puede ser de otra manera, pues Pujol es el padre del independentismo catalán y teórico, junto a su mujer, Marta Ferrusola, del odio a todo lo que no sea catalán y sí «español», primero, y extranjero, después. Los Pujol-Ferrusola: de los andaluces sin alma a la rabieta por tener un presidente de la Generalitat con apellido «andaluz». Pujol así lo ha teorizado en sus últimas obras. Tanto da que uno sea andaluz como marroquí. Cataluña está en peligro, atisba. El primo (más) ultra de Pere Aragonès desarrolla las tesis de Jordi Pujol.