Pujol recupera la polémica identitaria y cree que los catalanes pueden acabar «minorizados» en Cataluña

En la nota informativa de la presentación del libro 'L'última conversa (Trobada a Queralbs)' (editorial Lapislàtzuli) de Jo Tazawa, traductor de catalán, escritor japonés y fallecido el 24 de septiembre pasado, se incluye un resumen de la conversación entre Pujol y Tazawa (grabada el 16 de julio en Queralbs, Gerona), en la que el primero ha asegurado que la supuesta minorización de los catalanes ahora «lo podemos aguantar, y aguantamos, pero necesitamos reforzar la política en este sentido».

Aunque el que fuera presidente autonómico catalán durante 23 años no ha concretado que tipo de políticas se deben poner en práctica, sí ha apuntado las líneas en las que el nacionalismo debería trabajar. Todas centradas en la identidad excluyente. Pujol ha destacado que lo más importante «para un país» es la historia, la lengua, la cultura y la personalidad catalanas. Y ha lamentado la baja natalidad en la región, lo que se compensa con «tanta y tanta inmigración».

Por otro lado, Pujol ha valorado la actual situación política catalana, más allá de la identidad, como «un gran desbarajuste», que produce, eso sí, en su opinión, dejar a un lado la defensa de lo que considera la lengua y la identidad catalanas. Por eso, ha dicho, es importante que personas como Tazawa hablen catalán, ya que, desde su punto de vista, «España» no tiene una «actitud comprensiva» con la lengua autonómica.

En esta línea, Pujol -a cometarios de Tazawa- ha recordado que «para nosotros la lengua es esencial» y, pese a que el escritor japonés le plantea que es «natural» que los hijos estudien en la lengua de sus padres, el expresidente autonómico ha dicho que «depende». Y ha reiterado que «lo importante para un país una cultura es el ser, la identidad» y esto va «ligado», principalmente, a la lengua.

Estas polémicas declaraciones se suman a las que ha protagonizado durante su extensa vida política en un hilo sin discontinuidad. La más definitoria fue la que utilizó para calificar al «hombre andaluz», publicada en 1976 en la obra 'La inmigración, problema y esperanza de Cataluña', al que identificó como un hombre incoherente y anárquico, añadiendo, para los inmigrantes, el concepto de «hombre poco hecho», que vive en «estado de ignorancia» y de «miseria cultural, mental y espiritual».

Años después, matizó estas palabras que había dejado negro sobre blanco. Ahora, camino de los cincuenta años de aquellas páginas, Pujol sigue en la senda del discurso identitario y de carácter xenófobo. Posición que ha ido desarrollando a lo largo de los últimos lustros, apartado ya de la primera línea política, mediante las últimas obras, como 'Jordi Pujol. Entre el dolor i l'esperança' (Proa/Enciclopèdia, 2021) y otras.

Pujol fue presidente de la Generalitat de Cataluña entre 1980 y 2003 liderando la coalición formada por Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) y Unió Demcràtica de Catalunya (UDC), partidos ya desaparecidos. En julio de 2014 declaró que había tenido dinero en el extranjero sin declarar a Hacienda. Actualmente, está a la espera de que se fije la fecha del juicio oral en la Audiencia Nacional acusado, junto a sus siete hijos, de pertenencia a organización criminal, entre otros delitos.