El exdiputado Tardà enciende el debate en ERC y rechaza a Puigdemont: «No podemos construir proyectos de tribu y para la tribu»

En una entrevista en de La 2 y Ràdio 4 recogida de Ep, Tardà ha valorado que tanto el PSC como ERC son las fuerzas políticas principales que representan a las «clases populares», y ha dicho que, en el nuevo escenario, ambos deben saber competir a la vez que colaboran en proyectos conjuntos.

Sobre un hipotético pacto con Puigdemont ha sido rotundo: «No podemos construir proyectos de tribu y para la tribu». Tardà ha definido como «golpe de estado» la salida de Junts del ejecutivo de Aragonès en 2022, contraponiéndolo al apoyo republicano a los ejecutivos de Jordi Pujol, Pasqual Maragall, José Montilla, Carles Puigdemont y Quim Torra. Por contra, en 2022, «cuando por primera vez los hijos de las criadas y los hijos de los aparceros tenían el Gobierno de la Generalitat de Cataluña desde la República, resulta que el presidente Aragonés se entera a través de un bocazas que habla demasiado por el Parlamento de que le estaban montando un golpe de estado», ha apuntado Tardà en alusión al proceso por el que Junts le instó a someterse a una cuestión de confianza, lo que acabó precpitando la marcha de Junts.

Descartado Puigdemont, y en aras del pacto de izquierdas, «el partido socialista debe reconocer que no hay solución sin el independentismo, y el independentismo debe reconocer que no hay solución sin el PSC», ha subrayado Tardà, que ha defendido construir una solución conjunta para Cataluña del que nadie esté excluido y que pueda ser refrendada por los catalanes, asegura. El actual jefe de filas de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, también alineado con la posición de colaborar con el PSC, ha retuiteado en X un fragmento de la entrevista.

La posición de ambos es conocida en el partido, que ahora mismo se ubica en una posición de ambigüedad, sin decantarse por ninguna opción -frente con Puigdemont, colaboración con el PSC o repetición electoral-, tan solo dejando claro que no entrarán en ninguna opción de gobierno y sí en cambio asegurando que pasarán a la oposición.

El partido, más ahora a punto de comenzar la campaña de las europeas, no se define -de hecho tampoco han empezado las negociaciones- y solo se conoce la afirmado por Pere Aragonès al anunciar su renuncia y lo expresado por Oriol Junqueras al comunicar que piense seguir al frente del partido. Ambos se mostraron ambivalentes, afirmando por ejemplo el segundo que no estarían a la merced de un presidente español, pero tampoco contribuirían a alimentar falsas expectativas, en alusión al PSC.

Ahora mismo parece difícil que el partido vaya a tomar una decisión -aunque la negociación para la Mesa del Parlament, límite 10 de junio, apremio-. No obstante, y como adelantó ABC, voces en ERC sostienen que el el 'no' a Illa que pudo leerse de la intervención de Aragonès no en realidad una postura definida.

En este contexto, Tardà ha sido claro y ha pedido no bloquear una eventual investidura de Illa. Si ERC y PSC compiten a la vez que colaboran, hay posibilidades de que vayan «construyendo un camino conjuntamente». Tardà ha remarcado que un eventual ejecutivo del PSC se debería comprometer a mantener «las cosas buenas» que ha hecho el Govern de ERC en la última legislatura, y ha citado como ejemplos los aumentos de inversión en educación y sanidad, y el refuerzo del catalán en los medios de comunicación públicos.

Por contra, el actual consejero de ERC en funciones, un Joan Ignasi Elena en su momento rescatado del PSC, ha sido más prudente, recordando que el partido aún no ha tomado una decisión. Con voz clara como la de Tardà, o con extrema prudencia como el resto de dirigentes, el debate se abre paso en ERC. Únicamente la corriente crítico de base Primer d'Octubre, favorable al acuerdo con el independentismo, se ha posicionado.

La decisión sobre la investidura en Cataluña se produce en paralelo a la definición de los liderazgos en el partido, tras la renuncia de Aragonès y el paso al frente de Junqueras. «Tene todo el derecho y se lo ha ganado», apunta Tardà, que matizado que la decisión final debería hacerse a través de un congreso de ERC con una decisión que, en última instancia, debería ser refrendada por la militancia de la formación.