«Que gane quien gane, pero que no sea Colau»
Los exalcaldes Narcís Serra, Joan Clos y Xavier Trias diseccionan en el Círculo del Liceo la Barcelona de Ada Colau ante las municipales de mayo
Barcelona
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Iniciar sesiónNoventa sobre noventa asistentes. Aforo completo con lista de espera en el Círculo del Liceo. Barcelona está triste, ¿qué tendrá Barcelona? Barcelona «tiene» a Ada Colau y la sociedad civil ha reaccionado tarde y mal a los desatinos ideológicos que la alcaldesa ha impuesto ... a su antojo. Agoniza la legislatura. El Eixample es un montón de cascotes.
Hablar de Barcelona en estas tristes horas podría ilustrarse con el verso manriqueño de que cualquier tiempo pasado fue mejor. De la Barcelona-92 que situó en el mundo a la Barcelona que no puede ampliar del aeropuerto. De la Barcelona guapa, imán del turismo internacional, a la Barcelona fea de la suciedad, la okupación, la inseguridad y el urbanismo táctico.
Narcís Serra, Joan Clos y Xavier Trias, tres de los cinco alcaldes de los cinco que gobernaron desde las elecciones democráticas de 1979, toman el pulso a la urbe maltrecha que va a dejar Ada Colau. Faltaba Pasqual Maragall por razones obvias y Jordi Hereu, que declinó la invitación del Círculo por sus compromisos en la campaña electoral de Jaume Collboni. De haber acudido a la cita, Hereu podría haber recordado la consulta sobre el tranvía en la Diagonal que la ciudadanía rechazó; y que Colau, presunta adalid de la «nueva política» y los procesos participativos, ha ninguneado.
«La Barcelona de 2022 está tan mal por la falta de liderazgo, de consenso político y el abstencionismo de la Generalitat», proclama Clos. «Está fatal. Vas por la calle y la gente manifiesta su descontento. En cambio, cuando viajas sigues escuchando comentarios admirativos sobre Barcelona. La situación sería reversible con un proyecto, algo complicado con la política del no a los inversores que ellos llaman 'poderosos'», afirma Trias.
«Estoy decepcionado por la degradación del Raval», insiste Clos, impulsor de la Rambla para esponjar un barrio desbordado en los ochenta por la heroína: «Se ha bajado la guardia en seguridad y gestión social y no se ha continuado la rehabilitación de la vivienda», lamenta.
Trias no ha confirmado todavía su candidatura a la alcaldía, pero se huele en el aire. La situación turbulenta de Junts, ha demorado su decisión: «En mi partido deben entender que si soy alcalde de Barcelona haré algunas cosas que no les gustarán», (¿lo dirá por la procesada Borràs?)
Serra establece una pedagógica diferencia entre las política del discurso ideológico y la gestión de la realidad cotidiana a la que obliga la política municipal. «Los gestores se entienden mejor porque de lo que se trata es que Barcelona funcione y para eso hay que rehacer, como, en los Juegos del 92, la colaboración público-privada», aconseja.
Enmendar a Cerdà
En el turno de preguntas interviene José Antonio Acebillo, exarquitecto jefe municipal de Barcelona en tiempos de Maragall que ha denunciado la supermanzana del Eixample a la Fiscalía del TSJC: «El Eixample representa el 40 por ciento del PIB barcelonés»», apunta. Interviene Serra: «Nunca me hubiera atrevido a ser más sabio que Cerdà. Colau actúa de aprendiz de brujo… Lo que está haciendo no se ha probado con anterioridad». «El urbanismo de Colau es destructivo y las supermanzanas, que son en realidad ejes verdes, un disparate. La pobreza no se soluciona con subvenciones sino con actividad económica», remacha Trias.
Clos se reafirma en su pesimismo: «Barcelona está francamente mal, con una sociedad política muy dividida y una sociedad civil que no ha intervenido en la cosa pública como debiera», sentencia.
Propósitos para mayo de 2023. «Que gane quien gane, pero que no sea Colau». La frase es de Trias aunque la podrían suscribir sus contertulios. Cálidos y prolongados aplausos.
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