Sanidad pone 13 de las 163 vacunas de viruela del mono recibidas

La incidencia de este virus en la Comunidad no es tan aguda como en otras regiones y ocupa el noveno lugar a nivel nacional. Sigue siendo Madrid la autonomía más afectada -allí se anotaron los primeros afectados- con más de 2.000 casos, seguida de Cataluña (1.782), Andalucía (674) y Comunidad Valenciana (353).

La letalidad es baja, han tranquilizado las autoridades sanitarias, y en la Comunidad no se han producido muertes por esta patología, aunque sí en otros puntos del país. En concreto, dos fallecidos desde el comienzo del brote el pasado mes de mayo por una meningoencefalitis vírica, una enfermedad del sistema nervioso central originada por el virus, informa Ep.

En este escenario, el Ministerio de Sanidad ha comenzado ya el reparto de vacunas para hacer frente a esta patología entre las comunidades autónomas. A Castilla y León han llegado un total de 163 vacunas, de las que 97 lo han hecho en el último envío, sumándose a las 66 recibidas con anterioridad. De ellas, por el momento, se han administrado trece, según los datos aportados por la Consejería de Sanidad, que recuerda también que la distribución viene marcada por diferentes criterios.

En concreto, por «la ponderación de tres factores, cada uno con un valor determinado: la población general, el número de casos de la viruela símica y la población con factores de riesgo», indican desde el departamento sanitario. Por el momento, la estrategia marcada ante la viruela del mono se basa en la administración, ya sea en prexposición o por posexposición mediante contacto estrecho -normalmente cuando ha sido muy estrecho- y prolongado, de la vacuna a través de la prescripción ante cada caso diagnosticado y la evaluación epidemiológica.

Así, con carácter general se suele aplicar a los «contactos estrechos de pacientes confirmados que cumplan esos criterios epidemiológicos y personal sanitario que pudiera haber entrado en contacto sin la protección adecuada», explican desde la Consejería.

La administración de las dosis es desigual entre las autonomías, de la misma forma que lo es la incidencia de los casos. De hecho, hay regiones que aún no han inoculado ninguna dosis frente a esta enfermedad y otras que ya han administrado centenares.

El reparto a nivel intraautonómico se realiza en función de los casos en los que se considera necesario administrar la vacuna y se derivan a los puntos de las diferentes provincias en los que deberá poner la inyección.

La Junta de Castilla y León ha comunicado por el momento 48 positivos -hay un desfase con los datos aportados por el Ministerio porque la administración regional notifica los nuevos diagnósticos los lunes y el Gobierno lo hace los viernes-. Desde que se iniciase el recuento de los casos el pasado mes de mayo, la provincia más afectada en la región ha sido Valladolid, que acumula diecisiete casos, seguida de Burgos, con diez, y León y Salamanca -lugar en el que empezaron a detectarse los primeros positivos en la región-, con siete en cada una.

Además, se han anotado otros tres positivos en Palencia, dos en Segovia y en Soria y Ávila, uno en cada una. Tan solo Zamora permanece sin infectados.

Todos los afectados por viruela del mono en Castilla y León son varones, una tónica que se mantiene también a nivel estatal, aunque sí se han contabilizado algunos casos en mujeres en este ámbito. La edad de todos los pacientes atendidos oscila entre los 22 y los 82 años, y en la mayor parte de los casos no han requerido ingreso hospitalario para ser tratados.

Una vez que se localiza un caso de la 'Monkeypox', según su denominación en inglés, desde Sanidad se informa a los afectados sobre cómo proceder en un cuanto a las medidas profilácticas, asistenciales y de aislamiento determinadas por los organismos internacionales, ya que se trata de un brote que no solo afecta a España, sino que tiene también extensión en Europa -en total se han anotado casi 13.000 casos con España liderando el número de diagnosticados- y otros países.

Desde su aparición, las autoridades sanitarias han hecho hincapié en que el principal mecanismo de transmisión descrito en humanos es por contacto directo con la sangre, los líquidos corporales o las lesiones de la piel o las mucosas de animales infectados.

Menos habitual suele ser su difusión por objetos contaminados o por gotículas respiratorias, que suele requerir «un contacto cara a cara prolongado», según la información que ha publicado la Consejería. Entre los síntomas, los mismos producidos por la viruela, pero más leves: fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, inflamación de ganglios linfáticos, erupción y lesiones en la piel, que pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo y van evolucionando.