¡Y cierra España!

A estos menesteres de jefe de personal ocioso (y a visitar la Garoña desmantelada) ha dedicado el tiempo el consejero cuando empieza a arreciar el otoño económico tras el último verano de la abundancia, que diría la Unión Europea. Los precios disparados, los sueldos mermados, los autónomos tiritando antes de la primera helada y las industrias parando ante los costes imposibles. Frente a este panorama Veganzones anda jugueteando con el calendario para mostrar orgulloso el patriotismo de salón que no llena la nevera. Finalmente mata dos pájaros de un tiro, así que dicen que aun se escuchan las risotadas cuando alguien gritó «¡Lo tengo!» en un despacho. Que el Día de Castilla y León no sea festivo (para que lo sea el de Santiago) y por tanto no haya que pasarlo al lunes 24 de abril porque Villalar este 2023 queda disfrazado de fiesta al caer en domingo. La fórmula perfecta para honrar a España y deshonrar a Castilla y León y, por alcance, al Estado de las autonomías. Un domingo no es un festivo por mucho que gran parte de los trabajadores lo tengan estipulado como su día de descanso semanal. Desnudar al Día de Castilla y León de su festividad es un atentado contra la comunidad autónoma de ceguera anticomunera que no denunciará un gobierno cuya mitad predica que quisiera eliminarse en una reestructuración suicida similar a la de Óscar Villanueva. Así de vulgar es la política tuerta de la intrascendencia.