La Guardia Civil comenzó la investigación a primeros de septiembre, tras ver dos vídeos subidos a las redes sociales, en los que un vehículo circulaba entre 244 y 261 kilómetros por hora. En el coche iban además siete personas, de las que dos viajaban en los asientos delanteros (conductor y copiloto) y cinco en los traseros sin el cinturón de seguridad. Cuatro de ellos eran menores de edad.
El Sector de Tráfico de Cantabria analizó los vídeos con la colaboración del Sector de Tráfico de Castilla y León y ha determinado «con total exactitud» la ubicación donde se grabaron los hechos: uno en autovía A-67, a la altura de la localidad de Calahorra de Boedo (Palencia) y el otro en la autovía A-231 a su paso por El Burgo Ranero (León), recoge Ep.
Igualmente se pudo establecer que estos hechos ocurrieron el pasado 30 de agosto, cuando el vehículo circulaba desde Santander a León.
Una vez identificada la matrícula del vehículo y a su conductor, recientemente se ha procedido a instruir diligencias, en calidad de investigado, al presunto responsable de estos hechos.
El hombre podría enfrentarse a una pena de prisión de tres a seis meses y la privación del permiso de conducción de uno a cuatro años, por el supuesto delito de exceso de velocidad, o de prisión de seis meses a dos años y la privación de permiso de conducción de uno a seis años, por el delito de conducción temeraria.
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