Los embalses duplican en dos meses su agua y alcanzan la media del decenio

Se han ido llenando desde la segunda quincena de octubre y ya se pueden ver los vasos medio llenos. Ya están por encima de la mitad de su capacidad entre los dieciocho que gestiona la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD). Según los últimos datos oficiales, suman 1.575,8 hectómetros cúbicos de líquido almacenado de los 2.871,2 para los que tienen capacidad, rozando el 55%.

La progresión en el llenado ha sido más veloz incluso que el avance registrado al echar la vista un año atrás. A ello han contribuido un octubre que deja valores recogidos en los pluviómetros, un 10% superiores al promedio de este mes, seco para el este y húmedo en la mitad oeste, con días incluso con más de 200 litros por metro cuadrado en algunos puntos. También noviembre, con hasta 16 días de lluvia y que se colgó el calificativo de «muy húmedo» en zonas del sur y el sureste. Al igual que diciembre y el arranque de enero, generosos en agua y marcados por las crecidas en varios ríos, sobre todo en la zona oeste, donde llovió más del doble de lo habitual, según los datos de la Aemet.

Así, en poco más de dos meses han logrado duplicar el líquido almacenado. Desde que entrada la segunda quincena de octubre las primeras lluvias marcaron al punto de inflexión y dejaron atrás seis meses de caída en los niveles, han duplicado sus reservas. Si entonces no llegaban a los 798 (al 27,3%), ahora rozan los 1.576 y tocan el 55.

El aumento en lo acumulado en los dieciocho embalses que gestiona la CHD, la que se extiende por la mayor parte de la superficie de Castilla y León -también hay ríos de Miño-Sil, Ebro y Tajo- ha logrado ir acortando distancias en la horquilla abierta con el promedio de los últimos diez años. Tanto, que ya están en los mismos valores, y eso que arrancaron el año hidrológico -1 de octubre- con cerca de diez puntos de distancia. No obstante, tras partir de una complicada situación por una escasez de precipitaciones que dejó las aportaciones de agua un 39% por debajo de la media del último cuarto de siglo, siguen sin igualar el punto en el que se encontraban el pasado año por las mismas fechas, aunque también recortando diferencias. Y es que desde junio los valores ya se quedaron fuera del intervalo habitual tras alcanzar el mayo su máximo de agua acumulada el pasado año. Y, a partir de ahí, caída sin freno.

Una situación que todos han dejado atrás, aunque con diferencias debidas a la desigual distribución de las precipitaciones. De hecho, desde la CHD reconocen que la zona noreste es la que presenta una situación «más crítica», mientras que hay embalses que incluso hace días llegaron al cien por cien. Es el caso del pequeño Pontón Alto, a los pies de la sierra de Guadarrama, en Segovia, con su vaso de 7,4 hectómetros cúbicos a rebosar. Junto a su 'paisano' de Linares del Arroyo ya superan los niveles del promedio de los últimos diez años e incluso de las reservas que tenían doce meses atrás y van camino de estar al 64% de su capacidad.

Mejor es incluso la situación en Salamanca. Alcanzado hace días el nivel de resguardo, entre el sistema Águeda (embalses de Irueña y Águeda) y Tormes (Santa Teresa) están a más de tres cuartas partes de sus posibilidades. Y con mejor balance que el promedio del decenio y de 2022. Muy por encima de los valores habituales, el abulense Castro de las Cogotas, que toca el 76% de sus 59 hectómetros de capacidad cuando en los últimos diez años su media apenas superaba el 43.

Creciendo, pero aún de forma «insuficiente» se encuentran los de León, a punto de llenar en conjunto sus vasos a la mitad, pero por debajo de los tres cuartos que deja la media del decenio previo. Aquí se encuentra el más grande de los que gestiona la CHD, Riaño (651 hectómetros cúbicos), y también Barrios de Luna y Porma superan los 300. Y el más pequeño, Villameca, que llegó a quedarse 'inerte' a menos del 5% y ya está al 60. Entre los cuatro suman más de 640 hectómetros, casi tantos como los que acumulaban entre todos los de la Conferederación en su momento más crítico.

Cambios también sustanciales en los palentinos Compuerto y Camporredondo (sistema Carrión), ya a dos tercios de su capacidad, con más de 109 hectómetros de agua almacenada, 26 más que lo habitual. Recuperando agua, pero aún sin llegar a los promedios de el pasado decenio, los burgaleses Arlanzón y Úzquiza, ya a más de la mitad de media, y Cuerda del Pozo (Soria).

Si se tienen en cuenta también los embalses de gestión privada que 'beben' de las aguas de la Cuenca del Duero, también han logrado repuntar a la mitad de su capacidad tras estar a menos del 30%. En la última semana han sumado más de 450 hectómetros y acumulan 3.815, aunque todavía por debajo del porcentaje del medio. Clave en estos datos, la presa de Almendra, entre las provincias de Salamanca y Zamora, con que suma casi tanta capacidad como los dieciocho de la Confederación: 2.649 hectómetros cúbicos, de los que tiene ya más de 1.030.