Así será el curso escolar 2022-2023 en Castilla y León: sin mascarillas ni medidas antiCovid y con «mejoras importantes»

Y es que, según explicó la consejera en una visita al CEIP Isabel de Basilea de Burgos, las medidas aplicadas frente a la pandemia se activaron en un periodo muy concreto marcado por la crisis sanitaria derivada de la propagación del coronavirus, a la vez que señaló que las autoridades sanitarias no han advertido ahora de la necesidad de prolongar una coyuntura como la que regía bajo este protocolo. Así, los escolares regresan al cole en septiembre sin mascarilla, cuando el curso pasado los mayores de seis años iniciaron las clases con ella, aunque a mediados del curso se eliminó primero en los recreos y más tarde -en el mes de abril- a nivel general cuando el Gobierno decretó el fin del cubrebocas en interiores.

Lo que sí se mantuvo hasta el final fue la distancia de 1,5 metros entre los pupitres de los alumnos que no pertenecían a los conocidos como grupos burbuja (los de Educación Infantil) , algo que obligó a los desdobles en las clases para poder adoptar esa medida que se mantuvo en Castilla y León como prevención mientras que en otras regiones se eliminó. Los espacios que no eran aulas y que se habían habilitado como clases para poder acoger esos nuevos grupos regresarán a su estado habitual y el refuerzo de las plantillas, que se mantuvo también el curso pasado con unas mil plazas también deberá desaparecer. Sin embargo, la consejera mencionó que entre las «mejoras» que se pondrán en marcha está el acuerdo con las centrales sindicales para mejorar las ratios y el horario, un asunto en el que se están «retomando las negociaciones».

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El pacto alcanzado establecía una bajada de 25 a 22 alumnos en las aulas de Infantil y Primaria; 27 en lugar de 30 en las de Secundaria, mientras en Bachillerato pasarían de 35 a 33. «Progresivamente durante este curso y el siguiente los vamos a llevar en todos los centros de Castilla y León», indicó, informa Ical. Una medida que requerirá también de personal.

Por otra parte, Lucas llamó a la «tranquilidad» sobre la publicación definitiva de los currículos para adaptarse a la nueva ley de educación (Lomloe), ya que esos documentos estarán publicados con carácter definitivo en el mes de septiembre. Por ahora, Castilla y León ha publicado los borradores, pero, tal y como ha recordado en varias ocasiones, el proceso requiere una tramitación. Al respecto, la consejera aseguró que desde el punto de vista burocrático, su Consejería facilitará la presentación de las programaciones didácticas durante el primer trimestre del curso escolar.

Con los borradores publicados, «los profesores ya han podido trabajar en las programaciones didácticas, y dispondrán de más tiempo para presentar a la Junta el documento correspondiente», que antes se presentaba en el mes de octubre, añadió. «Desde el punto de vista procedimental vamos a dar todos los plazos para que no tengan que rehacer ninguna programación didáctica», aseguró.

«Lo que no ha hecho el Ministerio, lo vamos a hacer desde Castilla y León», afirmó. El Ejecutivo autonómico ha sido siempre «muy crítico» con el Gobierno porque tardaron «quince meses en presentar sus currículos, lo que luego determina que las comunidades hagamos los nuestros», dijo. Si los documentos del Ministerio salen en abril, «difícilmente» podía la Junta tenerlos para septiembre. Por ello, Castilla y León pidió una moratoria y cumplió su «compromiso» teniendo el 40 por ciento que le correspondía preparado, lo que permitirá que la educación de la Comunidad «no se vea lesionada con estos currículos que lo que pretendían era devaluar el sistema educativo», arremetió Rocío Lucas.