Puerto del Pico, en Ávila, con 15,6 grados bajo cero, registra la mínima de toda España

Según las previsiones que maneja la Aemet, Castilla y León continuará hoy «congelada», aunque prevé que remita el frío de car al fin de semana. Así, a lo largo de este jueves, continuará el descenso de las temperaturas en toda la Comunidad, tanto de las máximas como de las mínimas, que podrán superar los -12 grados en zonas montañosas mientras que en la meseta superarán puntualmente los -9 grados.

León será la provincia que registre las temperaturas más bajas, hasta -12 grados en la cordillera Cantábrica y de hasta -7 en el resto de la provincia. Respecto al resto, en Ávila se prevén mínimas que podrían alcanzar los -11 grados en el sistema Central y los -8 en la Meseta mientras que en Burgos se esperan temperaturas mínimas que podrían alcanzar entre los -9 grados en la cordillera Cantábrica y los -12 grados en el sistema Ibérico y hasta -7 grados en el resto de la provincia.

En Palencia habrá mínimas de hasta -9 grados en la cordillera Cantábrica y de hasta -7 grados en el resto de la provincia, mientras que en Salamanca las mínimas podrían alcanzar los -9 grados en el sistema Central y hasta -8 grados en la Meseta. Las temperaturas más bajas oscilarán en Segovia entre los -11 y los -9º, y en Soria, entre los -9 y los -12. Valladolid, la provincia con las mínimas más suaves, se alcanzarán los -7 grados, y en Zamora oscilarán entre los -11º Cy los -7º C en la Meseta.

Ayer, fue Cuéllar (Segovia) el que volvió a pulverizar su récord e hizo descender el termómetro hasta los -12,6. No es la primera vez que la localidad segoviana se convierte este invierno en la más gélida, ya que el pasado 8 de enero ya alcanzó los nada despreciables -11,2.

Tal vez por eso sus habitantes miran al termómetro sin prestarle demasiada atención y así lo hicieron ayer, a pesar de que a las siete de la mañana el mercurio marcaba en el municipio -10,5 grados. Una vecina relataba a ABC cómo la mañana transcurrió como cualquier otra, los vecinos en sus actividades cotidianas, incluso en la calle, «aunque los parques estaban vacíos, eso sí». De hecho, en el colegio público se optó por que los niños de Educación Infantil (de tres a cinco años) no saliesen al patio, no así los cursos superiores que disfrutaron de una bonita mañana de sol, aunque muy fría, informa Montse Serrador.