Desarticulada una red de venta de droga con ocho detenidos y un kilo de coca

El comisario jefe, Julián Cuadrado , explicó que la colaboración policial ha posibilitado la desarticulación de la banda, cuya venta mensual se ha calculado en torno a un kilo y medio de cocaína. Además de la droga, se intervino a los detenidos 14.000 euros en metálico y numerosos teléfonos móviles , junto a tres coches y tres motocicletas , algunos de alta gama, además de una furgoneta. « El beneficio obtenido al mes era de unos 25.000 euros , en función de un precio de venta en el mercado de entre 40 y 60 euros el gramo, tras comprar un kilo previamente al precio de 30.000 euros», explicó.

Los detenidos y los efectos incautados han pasado hoy a disposición judicial tras culminar la toma de declaraciones y presentación de pruebas. La droga, que una vez tratada con sustancias cortantes superaría los 180.000 euros, se distribuía principalmente en la capital , aunque no se descarta que hubiera compradores que pudieran distribuirla en algún punto de la provincia. «Se trata de la banda de mayor envergadura operativa en Palencia durante al menos un año. La venta se llevaba a cabo en los domicilios donde se han hecho registros y se hacía el pesado y corte de la droga para ponerla en el mercado, aunque también la acercaban en motocicleta a las viviendas de algunos consumidores», concretó.

Igualmente, la Policía Nacional se ha incautado de distinto material informático (un disco duro y un ordenador portátil) que se está analizando por especialistas para comprobar si contienen información o documentación que sirva para completar la investigación. También se han decomisado otros objetos adquiridos con el producto de las actividades ilícitas, además de varias armas de fuego, algunas de fogueo.

El Grupo de Estupefacientes de la Comisaría Provincial de Policía , conformado fundamentalmente por cinco agentes y en ocasiones puntuales apoyado por otros compañeros del Cuerpo, comenzó las investigaciones de la operación antidroga el pasado mes de mayo . Una de las razones, entre otras, que convertía en sospechosos a los detenidos, era el alto nivel de vida que llevaban y una disposición económica que no se correspondía con sus ocupaciones profesionales o laborales, puesto que no tenían ocupación conocida. Alguno cobraba incluso prestación por desempleo y otros ayudas sociales, recibiendo alimentos de alguna entidad benéfica.

Una vez informada la autoridad judicial, y bajo su dirección y supervisión, la Policía puso en marcha un dispositivo de seguimiento, identificación y localización de todos los elementos de la banda, controlándose sus domicilios, los locales y garajes donde guardaban los vehículos que utilizaban habitualmente en sus desplazamientos. Se siguió su pista tanto dentro de la ciudad como en la provincia y en los viajes realizados, fundamentalmente al País Vasco, para adquirir la droga.

El primer investigado fue un individuo de origen peruano , que a su vez tenía relación estrecha con un primo suyo y otro ciudadano chileno. El trabajo del Grupo de Estupefacientes se centró desde los comienzos de la operación en estas tres personas. Además, descubrieron que quien suministraba la droga al peruano era un ciudadano dominicano (éste en pequeñas cantidades) y otro colombiano, que a su vez tenía un colaborador de su misma nacionalidad, responsables de traer las cantidades más importantes desde el País Vasco.

Una vez que estaban identificados los ocho traficantes y localizadas las viviendas donde residían , además de los locales y garajes donde guardaban los vehículos y la mercancía, se solicitó permiso al juez para proceder al registro de estos lugares y a la detención de todos los miembros de la red. La operación se llevó a cabo el pasado miércoles, entrando al mismo tiempo en seis viviendas distintas ubicadas en varias calles de la capital, dispositivo que continuó seguidamente en otras cinco casas y garajes