Fernando Escobillas: «A ningún empresario le gusta pagar cuando antes todo era gratis»

-¿Qué número de empresarios esperan que se «apunten» a las cuotas voluntarias?

-No me puedo aventurar a dar una cifra. No esperamos que al principio acudan en masa, porque la mayoría de las empresas estaban habituadas a recibir asesoramiento y servicios gratuitos y a nadie nos gusta pagar. También añado que una vez que conozcan los servicios y beneficios que puedan recibir, poco a poco, ellas mismas se apuntarán a las cuotas voluntarias.

-Este cambio en la Ley se hizo para que las Cámaras pudieran financiarse… ¿Es una medida suficiente o se queda corta?

-La situación surge de la ley aprobada por Zapatero en el ejercicio 2010, que cortaba casi de raíz la financiación de las Cámaras, situación que la Ley de Cámaras de abril del año pasado no corrigió. La nueva Ley regula a las Cámaras como prestadoras de relevantes servicios a las empresas: la modernización, la mejora de la competitividad en campos como la proyección exterior, la formación profesional y empresarial, la creación de empresas y su desarrollo, la innovación y la sostenibilidad. Valora nuestra labor, nos mantiene como corporaciones de derecho público, nos otorga más obligaciones públicas, pero no nos da ninguna financiación estable para esas obligaciones. Las Cámaras de la región consideran fundamental que esta Comunidad Autónoma cuente con una Ley que reconozca a estas instituciones centenarias para que puedan ejercer plenamente su papel en el desarrollo económico de sus demarcaciones, contribuyendo a la vertebración de la economía de la región. Tanto la Junta como las Cámaras han puesto de manifiesto el deseo de cooperar estrechamente para que las pymes puedan seguir contando con los servicios necesarios para aumentar su productividad.

-Desde que el gobierno de Zapatero quitó las cuotas han tenido pérdidas en los ejercicios o han podido cerrar en positivo algún año?

-Es evidente que los ingresos se han visto mermados prácticamente a la mitad y, a la vez, con el fin de no dar pérdidas, cada Cámara se ha visto obligada a reducir plantilla, hecho que es lo que todos los presidentes peor hemos llevado. Eso sí, le aseguro que saldremos adelante.