Más deseos que realidades tras el 13-F

Partido Popular: la posible quimera de gobernar en solitario

Nadie puede discutirle al Partido Popular su discurso coherente -y persistente- desde que la jornada electoral deparó los resultados por todos conocidos. Un Gobierno «estable y en solitario». Es el deseo más veces expresado y repetido por el candidato a revalidar su cargo al frente de la Junta de Castilla y León. Posiblemente, y dada la posición de momento inflexible de Vox, su apuesta nunca se haga realidad, pero los populares al menos han argumentado sus motivos para no despertar de ese sueño. Su tesis para mantener el ‘plan’ es que han sido el partido ganador de las elecciones -indiscutible- y que, por tanto, la situación no puede compararse con la de 2019 -cuando el que ganó fue el PSOE y ‘tocó’ ceder para que Ciudadanos les apoyaran-. Además, insisten en que se puede alcanzar un acuerdo programático con una o varias formaciones sin necesidad de que se constituya una coalición. Una opción que puede tener sentido, pero en la que confían cada vez menos según van pasando los días.

Partido Socialista: el reto de vincular a PP con Vox

Quizás con poco que ganar pero mucho menos aún que perder, los socialistas, tras mantenerse en un segundo plano y lamerse sus heridas por la derrota del 13-F, han retomado cierto protagonismo. Su anuncio, previsible, de que presentarán candidato a presidir las Cortes parece buscar más un objetivo político que lograr verdaderamente tener poder. Sin opciones lógicas de estar al frente de la Junta, parece muy complicado -y lo saben- que los partidos minoritarios den el ‘sí’ a su aspirante en el Parlamento regional, pero su estrategia estaría más dirigida a ‘animar’ de alguna manera a que PP y Vox lleguen a acuerdos para poder ejercer el papel de supuesto dique de contención de «la extrema derecha» y dar además argumentos a Ferraz para poder ‘rebajar’ la imagen de moderado de Alberto Núñez Feijóo al frente del PP. El día 10 podría verse si su estrategia le da algún rédito: o logrando dirigir las Cortes y la Mesa u obligando al PP a tener que apoyar al candidato de Vox. Aunque lo más probable es que falle en ambos objetivos.

Vox: inflexibles tras marear la perdiz

La formación liderada en España por Santiago Abascal lo quiere todo. Tras una campaña en la que dijeron una cosa -influir con sus políticas pero sin ocupar consejerías- y la contraria -integrar el Gobierno y decidir desde dentro-, tras obtener 13 procuradores y el respaldo de más del 17 por ciento de los votantes, su apuesta por conformar un gobierno de coalición con varios departamentos a su nombre, además de la Presidencia de las Cortes. Sus argumentos para convertir sus deseos en realidad pasarían tanto por lo exiguo de la victoria de los populares como por el precedente de 2019, cuando Ciudadanos, con un escaño menos que ellos ahora, acaparó cargos en el ejecutivo y en el legislativo. Además, Vox sería el más beneficiado por la repetición de elecciones, sin olvidar que detrás del interés de su candidato también estaría el del partido en su lucha con el PP por ser la referencia de la derecha en España.

Unión del Pueblo Leonés: sin apoyos para lo ‘suyo’

Lo tienen, en principio, muy claro. No se ‘casarán’ con nadie si no es a cambio de un avance territorial en favor de lo que denominan como ‘región leonesa’. Triunfadores ya al lograr su récord de procuradores -tres- y ser la fuerza más votada en la capital leonesa, lo cierto es que ni populares ni socialistas parecen dispuesto a facilitar sus sueños autonomistas, que seguirán sin cumplirse. Cuatro años más en la oposición ‘tirando’ del victimismo leonés quizás era en el fondo su única aspiración real.

Soria ¡Ya¡: un éxito que puede quedar en nada

Nuevos en estas lides y con un éxito arrollador en su provincia -al conseguir tres de los cinco escaños en disputa- se ha dejado querer por el PP para intentar llegar a un acuerdo programático que incluya alguna de sus reivindicaciones históricas. Sin embargo, quizás se queden con la miel en los labios si hay finalmente un acuerdo de PP con Vox y sobre el que esta agrupación de electores no quiere tener nada que ver.

Ciudadanos: el protagonismo de Igea

Pese a ser uno de los grandes derrotados en la noche electoral, su único procurador electo, Francisco Igea, no ceja en su empeño de no quedar diluido del todo. El que fuera vicepresidente, consejero y portavoz de la Junta durante la pasada legislatura ha planteado acuerdos variopintos, primero vetando a los «extremos» y, más adelante, con ejes programáticos -propuestos por él, claro- al que «todos» pudieran sumarse y en los que no tiene ninguna posibilidad de éxito.

Unidas Podemos: ni están ni se le esperan

Conscientes de que tenían poco que hacer en estas elecciones y con un candidato, Pablo Fernández, más centrado en Madrid que en Castilla y León, se limitan a criticar lo que viene por delante. Cierto es que animaron al PSOE a dar el paso para presentar candidato a presidir las Cortes y a los pocos días su propuesta se hizo realidad, pero parece que su única pelea será saber si consiguen la portavocía del Grupo Mixto, algo en lo que también podrían fracasar.