La Junta pide a los positivos llevar el voto listo y a primera hora pero no fija medidas especiales

En todo caso se trata de «recomendaciones». No habrá imposición de horarios o medidas de seguridad suplementarias como así se ha procedido en otras citas electorales celebradas durante la pandemia. En el País Vasco y Galicia, allá por 2020, se prohibió a los positivos salir de casa, en Cataluña y Madrid se les dedicó la última franja horaria del día y se protegió a los miembros de la mesas, con EPIs en el primer caso y FFP2 y pantallas faciales en el segundo. Desde la Junta entienden que no concurren las mismas circunstancias.

Aunque la Comunidad aún está inmersa en la sexta ola con una incidencia de 3.570 casos por cada 100.000 habitantes a catorce días, «el avance de la vacunación» y la situación epidemiológica y hospitalaria marcan un escenario «distinto», argumentó ayer Ángel Ibáñez, titular de la Presidencia, cuya Consejería es la encargada de organizar un despliegue electoral sin precedentes ya que en otras ocasiones ha coincidido la cita con otros comicios, los municipales, e intervenía en la infraestructura la Delegación del Gobierno.

Mas allá de esas recomendaciones, se ha establecido un protocolo con medidas de seguridad que define la distancia interpersonal y entre mesas, el uso obligatorio de mascarilla, la ventilación o dispositivos para depositar el DNI y evitar la «interacción con objetos» a la hora de depositar el voto en las urna. A ellas están llamados 2.094.490 castellano y leoneses. Quien lo desee tiene hasta el 3 de febrero para solicitar el voto por correo, que ya han reclamado 17.600 personas.

Las explicaciones de Ibáñez se dieron horas antes de que comenzara oficialmente la campaña electoral de Castilla y León con la tradicional pegada (virtual en la mayoría de los casos) de carteles. Pero enos comicios tan especiales los actos políticos han sido una constante en las últimas semanas y hubo tiempo para que durante la joranda de ayer continuaran los mensajes de unos contra otros.