Ibáñez reconoce que no todos en los sindicatos urgen la vuelta a las 35 horas

De ahí que éste fuese uno de los temas «urgentes» que se encontró sobre la mesa al asumir el cargo y que le ha llevado a sentarse con los sindicatos para intentar llegar a un punto de entendimiento, que por ahora se resiste. Eso sí, sin querer entrar a «descubrir» las cartas de cada uno, Ibáñez en las centrales sindicales el criterio no es uniforme en cuanto a esa aplicación que urgen.

«Creo que dentro de los sectores hay distintos niveles de sensibilidad» y «hay personas que pueden entenderlo como más razonable y otras que entiende que la aplicación tiene que ser más inmediata», afirmó. Cauto a la hora de desvelar los posicionamientos que ha visto hasta ahora enfrente, el consejero de la Presidencia insistió en que «hay personas que entienden que es razonable un acuerdo dialogado, consensuado» para el que la Junta, defendió, «va a hacer todos los esfuerzo» con el objetivo de que se logre «en las próximas semanas» y «convencido» de que «esas personas que tienen claro que hay que aportar sensatez» así lo plantearán cuando se vuelvan a sentar en la mesa de negociación

Ibáñez lamentó que el hecho de que «estemos todo el día hablando» sobre este asunto «genera distorsiones» pues, todos, incluido él, «pueden cometer un error, desliz, equivocación, una palabra más gruesa que otra» que «luego complica» la negociación.

El consejero insistió en la necesidad de la vuelta a las 35 horas entre los empleados públicos debe sustentarse en «cuatro patas», que pasa por la «equidad» de modo que se haga «para todos al mismo tiempo», que se aplique «en condiciones de seguridad jurídica», que «no se resienta los servicios públicos que prestamos» y que «una vez evaluado el coste» se cuente con los recursos necesarios.

«Creo que es sencillo de explicar y sencillo de entender», incidió Ibáñez, quien reconoció que la vinculación a esos 440 millones de euros de la financiación autonómica que el Gobierno central tiene pendientes de transferir lo «complica» y hace más «difícil», pero no es el único motivo. «No es ni una excusa ni el requisito para que pueda desbloquearse», señaló el consejero, quien resaltó no en todas las áreas es igual, pues mientras en las oficinas «podría ser sencillo» e incluso en educación, pese a requerir más contratación y elevar el coste, «hay personas suficientes» para cubrir esas necesidades, la principal complicación se centra en Sanidad, pues se parte de una situación en la que ya hay «dificultades» para cubrir ciertas especialidades y plazas. «Entonces, evidentemente, tendremos que darle la vuelta y negociarlo para ver cómo se puede aplicar, en qué condiciones, que sean razonables para todos», señaló.

A la movilización por la vuelta a las 35 horas, se suman las elecciones y la polémica por el plan de Sanidad para concentrar en un centro las consultas de Atención Primaria en el medio rural. Una «tormenta perfecta», asumió. Tras dejar claro que la Junta «no se presenta» a los comicios generales del 10 de noviembre, confió en que en el Gobierno autonómico en coalición de PP y Cs serán «responsables» y con «altura de miras» para que no influya en el funcionamiento.

Tampoco, que la formación naranja haya levantado el veto a pactar con el PSOE. «Lo que no podemos hacer es que cada vez que haya una cita electoral de otro ámbito, cambiar las reglas del juego», reclamó. Sobre el líder de sus socios y vicepresidente, F rancisco Igea , señaló que «ha demostrado que es una persona que le encanta el cuerpo a cuerpo» dar a conocer su criterio en sobre cualquier asunto, a la vez que defendió en los presidentes en la Comunidad «siempre han llevado un perfil más institucional», en defensa de la menor exposición pública de Alfonso Fernández Mañueco.