El director de Titirimundi ve «excesivo» el envío a prisión de los titiriteros acusados de ensalzar a ETA

En declaraciones a Ical, el máximo responsable del festival internacional de títeres de Segovia opinó que «ha habido una interpretación errónea y torticera del contenido de la obra». Aunque admitió desconocer tanto a la compañía como la producción en cuestión, la información que le han trasladado «otros titiriteros y compañeros» es que la pancarta de la polémica «tiene un contexto dramático en el que lo que se busca reivindicar es exactamente lo contrario».

«El cartel no es reivindicativo, sino de denuncia . Se le pone a uno de los protagonistas de la obra para acusarle y detenerle», añadió Michel, quien también restó importancia a la escena en la que un juez resultaba ahorcado: «Es algo que se lleva haciendo tres siglos. Hay escenas de ese tipo en obras de media Europa. Míster Punch, uno de los personajes principales de los títeres de cachiporra de tradición inglesa, hacía salchichas a un policía y ahorcaba a su verdugo. Son cosas que se llevan haciendo tres siglos».

El director de Titirimundi no está en contra de que se investiguen los hechos y reconoce que ha sido un error programar la obra en horario infantil, pero cree que el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno «se ha extralimitado» en su decisión «de enviar directamente a la cárcel» a los responsables. «Es una medida que requiera que haya algo de extrema gravedad. Hay casos infinitamente más graves de gente que ha arruinado este país y que seguramente no vaya a la cárcel cuando son los que deberían hacerlo. Me parece tremendamente grave que se sea tan radical con estos titiriteros», abundó.

También insistió en que hay una persecución política contra Manuela Carmena. «Estamos viendo que acontecimientos que son de una importancia relativa, como que los Reyes Magos vayan vestidos de una u otra manera o que un concejal utilice su Twitter para hacer chistes de más o menos gusto, se les da una repercusión extraordinaria para convertirlos en temas de extrema gravedad». «Los pobres titiriteros han pagado las intenciones políticas que hay detrás», concluyó Michel.