La DGT cierra 2021 con récord de multas de tráfico en Castilla y León

Ni siquiera cuando comenzó la aplicación del carné por puntos la cifra fue superior. En aquel 2007 , que fue el primer ejercicio completo con el nuevo sistema, las denuncias formuladas en la Comunidad fueron un total de 373.690, casi las mismas que han impuesto en exclusiva los 55 radares fijos instalados en Castilla y León y que cuya estrategia de despliegue se inició en aquella época. Y es que, aunque los más temidos son los radares móviles que pueden sorprender al usuario, fueron los que se ubican sobre pórticos, sobre todo en autopistas y autovías, y bajo señalización, los que detectaron más infracciones y registraron como en 317.220 ocasiones se sobrepasó el límite establecido para esa vía. Los ubicados en la A-66 en la ronda de Salamanca capital; la A-1, a la altura de la localidad segoviana de en Fresno de la Fuente; en Quintanilla de la Mata (Burgos) y cerca del nudo de Landa, en la misma provincia, y la A-52, a la altura del túnel de Padornelo son los que más multas imponen de acuerdo con las últimas cifras publicadas.

De media, cada uno de los 55 dispositivos de esas características ubicados en la red viaria de Castilla y León puso en 2021 al día quince multas y su cifra total de sanciones casi triplica a los radares móviles que en 119.870 ocasiones detectaron una infracción a bordo de coches camuflados u oficiales de la Guardia Civil, una proporción muy distinta a la que se daba hace sólo cinco años, cuando se repartían a partes iguales.

El volumen de multas nunca había superado las 600 .000 y aunque lo esperable es que el gran salto cuantitativo se hubiera producido en un atípico 2020, entonces las sanciones sólo se vieron mermadas un once por ciento respecto a 2019. Sin embargo, las de 2021 ascienden un 39 por ciento por encima de ese último ejercicio prepandemia. Y ello en un año en el que se acabó recuperando una cierta normalidad de la movilidad pero en el que ésta estuvo muy limitada durante meses en los que no se podía superar los límites geográficos de las comunidades autonómas donde se residía salvo causas concretas De ahí que las denuncias por pisar de más el acelerador se concentren a partir del verano.

E l despegue de multas coincidiría en el tiempo con el aumento de un 4% del número de radares de tráfic o desde enero de 2021 hasta enero de 2022 en el conjunto del país, de acuerdo con el ‘I Observatorio de Radares en España’, realizado por la compañía Coyote, que señala a Cataluña, Andalucía y Castilla y León como las tres autonomías con mayor número de dispositivos de estas características. Entre fijos y móviles, calcula que hay 319 en la Comunidad.

Irrisorias pueden parecer las cifras de denuncias por otros motivos, como no usar el cinturón de seguridad, que desembocó en 9.644 expedientes, o la utilización del móvil al volante, que motivó 8.050 multas.

En lo que va de año, la DGT contabiliza ya en Castilla y León una suma de 114.062 denuncias de tráfico impuestas . La infracción a normas de circulación más destacada es de nuevo la velocidad: 83.694, que mantiene un 73 por cieno de protagonismo sobre el total y que fueron detectadas en 32.037 casos por radares móviles y en 51.657 por fijos.

La mayoría de estas sanciones han sido tramitadas antes de que el pasado 21 de marzo entrara en vigor la nueva Ley de Tráfico y Seguridad Vial, que endurecía las normas con el fin de atajar la mortalidad en carretera y entre otros aspectos ataja el exceso de velocidad como uno de la grandes responsables de la siniestralidad. De esta manera, se suprime la posibilidad de que turismos y motocicletas puedan rebasar en 20 kilómetros por hora los límites en las carreteras convencionales cuando adelanten. En 2019, se produjeron 239 fallecidos en colisión frontal en este tipo de vía.

La nueva ley sigue la filosofía del principio de «sistema seguro» de eliminar o reducir los riesgos en carreteras para seguir contribuyendo al descenso de víctimas. Una tendencia a la baja que se mantenía desde hace una década –en 2021 aumentaron frente a un 2020 desértico sobre el asfalto pero fueron inferiores a las de prepandemia– y que podría romperse en este 2022 de no invertirse las cifras. Y es que en lo que va de año son 23 las personas que han fallecido en carretera en Castilla y León , frente a las 18 del año pasado o las once de 2019. En conjunto del país, las estadísticas apuntan también en la misma y dramática dirección.