Castilla y León ya ha vivido su primera noche de toque de queda

La Junta de Castilla y León decidió adelantarse al Gobierno y aprobar su propio toque de queda. Lo hizo en una reunión extraordinaria el viernes, para su entrada en vigor el sábado «por motivos muy graves de salud pública» , después de que el Covid-19 haya experimentado en esta semana un despegue, llegando a superar dos día los 2.000 nuevos casos diarios confirmados, la cifra más alta alcanzada en estos meses. Este domingo, ya se rebasan ya los 80.000 infectados desde que comenzó la pandemia, tras añadir otros 1.453 . A partir de las 17.00 horas, el presidente, Alfonso Fernández Mañueco, preside otra reunión extraordinaria una vez que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha confirmado que se aprueba el estado de alarma en toda España para permitir el toque de queda en las autonomías sin tener que ser aprobado por sus tribunales de justicia.

La presión de los hospitales va al alza sin freno , con 1.208 pacientes ingresados que han dado positivo en coronavirus. Mayor es en las UCI, donde los enfermos con Covid-19 (157) suponen ya el 56 por ciento de todos los críticos. El «riesgo de colapso» , como el que se vivió en la primera ola en una de las comunidades más castigadas por el virus es una realidad, según ha reconocido la consejera de Sanidad esta semana trágica, que deja otros 234 fallecidos en los hospitales de la Comunidad (27 en el último día), donde han perecido ya 2.724 personas. A ellos hay que añadir los decesos en residencias (804 con coronavirus confirmado, ocho en la última jornada).

El toque de queda aprobado por la Junta ha hecho decaer los confinamientos perimetrales que había decretados en varios municipios, entre ellos cuatro de las nueve capitales (Burgos, León, Palencia y Salamanca). El hecho de que el Covid-19 haya alcanzado ya la transmisión comunitaria justifica esa decisión, según han destacado desde el Gobierno regional.

Castilla y León está en el nivel «extremo» de incidencia del virus , superando la tasa de incidencia de 500 casos por 100.000 habitantes en los últimos catorce días, hospitales cada vez más llenos de pacientes con Covid y una positividad que supera el 10 por ciento de las pruebas realizadas.

Y la restricción de movimientos de las 22 a las 6 horas no es la única medida en marcha para intentar frenar el virus, además de la llamada insistente a la «responsabilidad» y «solidaridad». Desde hace más de una semana, en toda la Comunidad están prohibidas las reuniones en ambientes tanto públicos como privados de más de seis personas , salvo que sean convivientes.

El anterior sábado también se dijo de nuevo adiós al consumo en las barras de bares, cafeterías y restaurantes, en cuyas terrazas quedó prohibido de forma «radical» el fumar en las terrazas . En estos establecimientos, lo mismo que los locales comerciales y abiertos al público, aforo máximo del 50% tanto en interior como en exterior, además de la obligada separación de mesas a 1,5 metros.

En los lugares de culto, máximo de un tercio del aforo y también límite de asistentes a velatorios.