Los candidatos a las autonómicas de Castilla y León quieren un debate sin crispación

Como «todos los actos», con «responsabilidad», así aseguró ayer el candidato popular, Alfonso Fernández Mañueco, que afronta esta cita. Lo hace «sereno y tranquilo» porque lleva «preparándose» para asumir la Presidencia de la Junta «muchos meses y años», aunque en los últimos días sí se ha centrado en ese cara a cara a cuatro. Ayer por la tarde lo hizo de forma intensa en la sede regional del partido en Valladolid, acompañado y asesorado por Carlos Fernández Carriedo, coordinador del programa electoral; Raúl de la Hoz, Xavier Domínguez y Salvador Cruz, entre otros.

Llega a este reto con «toda la experiencia» acumulada por el PP en estos más de treinta años de Gobierno, pero también con un «proyecto renovado». Ese bagaje es uno de los argumentos de los que presumirá el candidato popular en un debate que quiere que sea flexible y con intervenciones dinámicas. Vestirá de traje y corbata para dar la importancia que merece al debate que, según destacó, «no es ni más ni menos que la plasmación de nuestras ideas» y la «confrontación» con las de otras formaciones.

En el caso del candidato socialista, Luis Tudanca, lleva ya tiempo preparando el debate, pero dedicó la tarde de ayer y hará lo propio esta mañana para cerrar los últimos flecos apoyado por el núcleo duro del partido - las número dos y tres del PSCL, Ana Sánchez y Virginia Barcones, y el procurador autonómico, Óscar Álvarez- y con el refuerzo de Óscar López, actual presidente de Paradores y excandidato a presidir la Junta. Aúpado por las encuestas, insiste en que su estrategia será el presentar ideas y exponer la experiencia adquirida durante los últimos cuatro años. El burgalés ha evitado ensayar gestos, frases, miradas y posturas porque quiere ser «fiel así mismo» lo que, según sus colaboradores, «es lo que le permite conectar con la gente». En cuanto a la imagen, mantendrá su «look» habitual: camisa y americana, aunque sin corbata. No distingue especialmente a ninguno de los contrincantes como su rival directo. De hecho, pide que no haya «enfrentamientos, ni shows, ni reproches o crispación». Se reconoció entusiasmado con la celebración del debate que llegó a calificar de «magnífica noticia y una cuestión de salud democrática». y manifestó su deseo de que, al menos, «genere una expectativa mayor y pueda influir» en el voto. Lo que también tiene muy claro, como el resto de candidatos, es que las dos citas son igual de importantes.

También con «muchas ganas» y como «una oportunidad histórica» llega al debate el candidato de Podemos, que fue el único de los cuatro que anoche mantuvo su actividad con un acto en Villablino (León). De hecho, Pablo Fernández asegura que se ha preparado esta cita «en el coche» y con la «seguridad» que le da haber recorrido estos años «de punta a punta» la Comunidad para tener «un enorme conocimiento de sus problemas» y de las «propuestas necesarias» para contrarrestarlos. Su principal apoyo para preparar el debate es un técnico con el que mantiene una estrecha colaboración «desde hace tres años». Niega que vaya a copiar las formas que sorprendieron en Pablo Iglesias en los debates de las generales «porque tengo mi propio estilo». Para Fernández, sus rivales «saben de lo que soy capaz a nivel oratorio», además de que «tengo las medidas muy interiorizadas».

Como sus contrincantes, tiene claro que hará un debate «propositivo y al margen de conatos» porque «me interesa que sea lo más limpio posible al contar con el mejor programa». Fernández, que vestirá camisa blanca y americana, espera que tenga el mayor seguimiento posible y considera que «se puede convencer a mucha gente que igual no está tan pendiente de lo de aquí el resto de la legislatura».

El candidato de Ciudadanos, Francisco Igea, dedicó el día de ayer a preparar el debate. El aspirante de la formación naranja se encerró en la sede de su partido con sus asesores y equipo más cercano. Entre ellos estaban los procuradores David Castaño y Manuel Mitadiel y el secretario de Organización, Miguel Ángel González.

El equipo se centró en analizar todos los temas objeto del debate, ajustar los tiempos y, sobre todo, centrar el discurso del candidato en «mensajes positivos», con «soluciones novedosas y esperanza» más allá del «cuerpo a cuerpo» del que la «gente está ya muy cansada». Así lo explicó ayer el propio Igea, que no podrá dedicar la mañana de hoy a la cita, puesto que tendrá que acudir a Ávila, donde tiene un acto con el presidente nacional de su partido, Albert Rivera.

Sin apenas descanso y confiado afronta el debate porque «es un género que no se me ha dado mal hasta ahora» y al que acudirá elegante.