Barcones: «Veo a Igea con seis hombres y me da vergüenza»

«En esta imagen no está representada Castilla y León. Aquí tenemos hombres y mujeres muy cualificadas», aseguró. Según Barcones, habría que «remontar a muchas legislaturas para ver algo igual» . «Esto ya no se ve en ningún lado. No están dando ejemplo. Va en la dirección contraria al resto de la sociedad», afirmó. Tras definir de nuevo los nombramientos de las consejerías como algo «espantoso», aprovechó también la rueda de prensa para avanzar que desde su grupo parlamentario llevarán a las Cortes «medidas para que exista igualdad en todos los órganos». La instantánea a la que se refirió en varias ocasiones la también viceportavoz del PSOE en las Cortes se fotografió el 2 de agosto, coincidiendo con la toma de posesión de los nuevos altos cargos de la Junta. José María Crespo, Joaquín Meseguer, Carlos Aguilar, Fernando Navarro, José Miguel García y Antonio Calonge rodearon a Igea para posar ante los medios. «Necesitamos gobiernos comprometidos con la igualdad porque las mujeres todavía sufrimos mucha desigualdad », aseguró.

La crítica hacia la desigualdad en la Consejería de Igea no fue el único reproche que expuso ayer Virginia Barcones. También atacó a Ciudadanos por designar a Antonio Calonge, que aparece en la fotografía analizada, como director general de Ordenación del Territorio y Planificación. «Ya tenemos en Castilla y León a un cierra-pueblos» , anunció la nuevo 2 del PSCL.

Barcones defendió su tesis recuperando un artículo que Calonge firmó en 2015 para la revista Reala como profesor titular en la Universidad de Valladolid. En el escrito, el ahora director general analizó la Ley 27/2013, de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local para la modificación de la planta municipal. «Consideramos que la única solución que debe adoptarse si en realidad se quiere modificar la planta municipal es fusionar los municipios de manera obligatoria», leyó Barcones. Y continúo con el texto que Calonge escribió hace cuatro años: «Será una operación dolorosa e, incluso, traumática, pero necesaria si en realidad queremos hacer las reformas que necesitamos».