Suzanne Grange se queda a vivir en la Laboral
El centro educativo acoge hasta el 20 de marzo una muestra con medio centenar de obras de la artista francesa
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Iniciar sesiónSuzanne Grange y Raymond Edanz formaban un tándem perfecto tanto en la vida personal como en la profesional. Esta pareja de artistas franceses llegó a Toledo en los años sesenta y en su taller en el barrio judío comenzaron a trabajar la cerámica ... . De este arte pasaron a interesarse por el dibujo y un pequeño recopilatorio de estas obras ha sido donado al IES 'Universidad Laboral'.
La elección de este centro educativo como la «casa» para albergar sus obras no es mera casualidad. En él Raymond impartió clases y, además, en los años 70 la pareja dejó su huella artística con la creación de la obra 'El Mural del Anillo', un cuadro cerámico de grandes dimensiones que narra una fiesta en un escenario saturado de vegetación y seres aéreos y, donde de fondo predomina un 'skyline' de Toledo. Una obra declarada Bien Patrimonial que todo el personal docente y alumnado del centro puede admirar en la cafetería.
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La exposición que este martes se ha inaugurado en el hall de entrada del salón de actos viene a complementar este gigantesco mural compuesto por más de tres mil azulejos. En ella se muestra las diferentes etapas de la obra creativa de la artista a través de medio centenar de obras entre las que hay tintas, retratos y bocetos que cuentan «fantasías oníricas», explica Mathilde Grange, hija de los artistas, quien destacó de sus progenitores que " no se consideraban modernos, ni vanguardistas, quizá si diferentes. Mi madre era el concepto del dibujo y mi padre, el del color».
El público también podrá admirar el libro 'La muerte del rey Artur', un ejemplar traducido por Grange y por Jacobo Martínez de Irujo, donado por José Manuel Gutiérrez Bravo, primer director del IES 'Universidad Laboral' en los años 70, además de un cuento en formato digital que la francesa escribió para su nieta. Todo ello 'aderezado' con los carteles expositivos de Jesús Fuentes, que sirven como hilo conductor de la vida del matrimonio francés que llegó a Toledo como se fue: sin hacer ruido.
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