La Red del Tajo, desolada y cansada, exige que se cumplan los caudales ecológicos: «Nos tratan como un territorio de tercera categoría»

Noticia Relacionada

Page reacciona: «El Gobierno nos va a obligar a demandar la ejecución de la sentencia» de los caudales ecológicos del Tajo

María José Muñoz

«El Gobierno de España tiene que plantearse si el discurso de sostenibilidad es para los mítines, es de de farolillo o realmente se toman decisiones. Es lo menos que se puede esperar de un gobierno, cumplir las sentencias», ha dicho el presidente de Castilla-La Mancha en Polonia

«Estamos cansados y nos vamos haciendo mayores. Hemos puesto mucho esfuerzo en esto y no entendemos que los propios gobiernos que hacen las leyes las incumplan», ha denunciado Miguel Ángel Sánchez, portavoz de la Plataforma en Defensa de los ríos Tajo y Alberche. «Nos tratan como un territorio de tercera categoría, se permite aquí lo que jamás se haría con el Guadalquivir, el Duero y mucho menos el Ebro. El Tajo no puede esperar ni un minuto más. Hay seis sentencias del Supremo que nos dan la razón y el Gobierno no puede estar manejando plazos de 2027 o 2028. No lo aceptamos, y no debería aceptarlo nadie en Castilla-La Mancha ni en el resto de la cuenca», ha subrayado.

Los colectivos denunciaron que, entre el 18 y el 19 de septiembre, el río descendió en Aranjuez por debajo del caudal mínimo legal de 7,2 m³/s, llegando incluso a 6,64 m³/s, según los datos oficiales del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH). Esta reducción se produjo pese a que los embalses de cabecera estaban al 55% de su capacidad.

«No existe justificación técnica alguna para esa merma. Este incumplimiento vulnera la sentencia 515/2025 del Tribunal Supremo, que anuló los caudales rebajados fijados hasta 2026 y obliga a establecer regímenes adicionales para proteger los espacios Red Natura 2000», ha recordado la Red. La situación, añadieron, amenaza directamente la fauna acuática, la vegetación ribereña y actividades clave como el piragüismo o el turismo.

Antonio Carrascosa, de la Asamblea de Aranjuez, puso el foco en esa dimensión local: «La imagen dantesca que ofrece Aranjuez, sobre todo por la falta de caudal, es muy perjudicial para la ciudad. Aquí dependen muchos colectivos de un río vivo, desde los clubes deportivos hasta el turismo, y nos están condenando».

El tono de los portavoces fue especialmente duro con los gobiernos autonómicos y el central. Sánchez ha criticado que ni Castilla-La Mancha ni Madrid estén defendiendo los intereses de sus ciudadanos: «Los gobiernos autonómicos no se mojan. Tendrían que estar defendiendo los intereses de los castellano-manchegos, pero no hacen nada. Somos los ciudadanos quienes tenemos que gastar nuestros recursos para ir contra los que incumplen la ley». «No quiere mover los avisperos del Levante y de Madrid», ha dicho..

Tras la reunión celebrada en la tarde de este miércoles entre la consejera de Desarrollo Sostenible del Gobierno de Castilla-La Mancha, Mercedes Gómez, y el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, en la que no hubo «avances significativos» en la materia, Sánchez ha lamentado que la ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Sara Aagesen, está adoptando una actitud de «huida hacia adelante», dejando el problema a los que vengan después. También ha criticado a los alcaldes de Toledo y Talavera les ha pedido que «se pongan a trabajar para recurrir y exigir que se implanten esos caudales». «No pueden pedir un río limpio pero mirar para otro lado para no tocar a los compañeros de Murcia o de Alicante», ha dicho.

Roberto Colino, de la Plataforma de Toledo, también ha cargado contra los responsables políticos: «Estamos hartos de la actitud de los gobiernos autonómicos, del PP y del PSOE. No se mojan y han ido haciendo sus negocios mientras el Tajo agoniza. No sirve que el alcalde de Toledo o el de Talavera pidan un río limpio si luego no exigen que se cumplan las sentencias. No vale callarse porque conviene mirar hacia otro lado».

Sánchez reclamó además unas nuevas reglas de explotación del trasvase Tajo-Segura, «que deberían estar vigentes hace ya más de un año y medio» y que tengan en cuenta los caudales fijados para 2027. «No admitimos que se trasvasen los 168 hectómetros cúbicos que el Ministerio pretende. Esa agua tiene que quedarse en cabecera para garantizar el futuro del propio Tajo y del desarrollo económico de sus pueblos», advirtió.

Los colectivos insisten en que seguirán vigilantes. La Red del Tajo continuará monitorizando los datos oficiales del SAIH para comprobar si se cumplen los caudales mínimos. «Queremos ser correa de transmisión y que la sociedad conozca lo que ocurre. No podemos aceptar más dilaciones, porque lo que está en juego es el legado que dejaremos a nuestros hijos y nietos», ha afirmado Sánchez.

La sensación de cansancio y desamparo ha sobrevolado en la comparecencia, no solo por la inacción de los gobiernos, también por la poca movilización de la sociedad. Los portavoces coincidieron en que la inacción de las administraciones y la apatía ciudadana están dejando al Tajo sin defensa. «Hemos puesto mucho esfuerzo en esto y, sin embargo, seguimos solos», ha lamentado Colino.

Mientras tanto, el río más largo de la península ibérica sigue agonizando, esperando que se cumpla lo que ya dictan los tribunales: un caudal mínimo para asegurar su supervivencia.