Galván, a hombros, y Jiménez borda el toreo en Illescas

No llegó a confiarse de salida con el cuarto, hasta que ya con la pañosa en la mano definió sus embestidas. Galván fue metiendo poco a poco al animal en el canasto por ambos pitones consiguiendo al final conectar con los tendidos. Una estocada hasta los gavilanes le valió para cortar el trofeo que le abría la puerta grande.

Borja Jiménez estuvo sensacional en Illescas, desde que se abrió de capa para recibir al buen toro de Pallares. Asentado y con las zapatillas clavadas en la arena fue recetando muletazos serios y largos con la diestra, siguiendo el bravo burel las telas con codicia. Probó con la zurda pero el triunfo estaba en los redondos por lo que se entretuvo en desplegar toda su tauromaquia con la derecha. La espada le jugó una mala pasada y con los dos trofeos casi en la mano tuvo que ver como el toro era arrastrado con ellos.

Caso parecido en el quinto, otra faena para el recuerdo de los aficionados. Esta fue más artística y más encajada, con muletazos que eran auténticos carteles de toros. La plaza se entregó con Jiménez, que no defraudó y desplegó todo su repertorio, enroscándose una y otra vez al toro en su enjuta cintura. Con el triunfo otra vez en sus manos y tras bordar el toreo, su desafortunado tino con la tizona dejó en la consolación de una vuelta al ruedo lo que pudo ser un triunfo con mayúsculas.

El torero toledano Ángel Téllez, en tercer lugar con un astado sin opciones, que sólo le dejó justificarse y dejar momentos aislado del buen concepto del toreo que lleva dentro el moracho. Se pudo desquitar en el que cerró el festejo, cortándole una oreja tras una faena de entrega de principio a fin, Destacó lo asentado que estuvo delante del astado y los trazos limpios y templados por ambos pitones al serió toro que cerró el festejo.