«El pueblo es como una isla en medio de la ceniza», lamenta el alcalde de Navalmoralejo (Toledo)
Juan Carlos Cabello asegura que cuando sale a la calle «soy incapaz de alzar la cabeza, todo es negro»
«Nos organizamos en coches, había que salir del pueblo sí o sí», recuerda una evacuada
J. Guayerbas
Toledo
Los vecinos de Navalmoralejo volvían a abrir las puertas de sus casas este martes por la noche tras 24 horas evacuados. El incendio que cercó su pueblo les obligó a salir con lo puesto en busca de refugio a Villar del Pedroso, en Cáceres. Juan ... Carlos Cabello, el alcalde, aún conmocionado, comentaba ayer a ABC que al llegar al municipio «ha sido una desolación tremenda».
«Nuestro pueblo es ahora como una isla en medio de la ceniza», explicaba con el titubeo de la emoción y el cansancio. Lleva más de 72 horas en alerta, aunque el peor episodio ya pasó. «Las casas de la periferia han sido las más afectadas por las altas temperaturas que se alcanzaron en el incendio», indicaba aún con el susto en el cuerpo, puesta en la madrugada del miércoles los bomberos a toda prisa tuvieron que intervenir en una de estas casas, en las que se reactivaron las llamas. «Hablamos de un fuego interior en la estructura de las casas, entre las piedras de las paredes», apuntaba.
Sin daños personales, el alcalde quiere recuperar la normalidad cuanto antes, sobre todo en espacios tan sensibles como el cementerio municipal. Como avanzaba ayer este diario, las llamas han rodeado el camposanto, incluso saltando el muro llevándose por delante los cuatro cipreses históricos de la zona, convirtiéndose en combustible y ahora en escombro que ha caído sobre las sepulturas. «Necesitamos maquinaria para poder limpiar y reparar el cementerio, a ver si Diputación o la Junta nos ayudan, estamos en ello», aseguraba con la desazón de quien tiene mucho trabajo por delante, pero pocos medios para ejecutarlo. Navalmoralejo no deja de ser un municipio de 54 habitantes.
Otro de los frentes abiertos es la piscina municipal. El agua de estas instalaciones sirvió para llevar las bolsas de agua de los helicópteros que intervinieron en el incendio. «La piscina está vacía, no queda casi agua, ahora tenemos que valorar si llenarla o no, porque lo primero es el consumo humano, y después del ocio», explicaba, y es que puede que la temporada de baño haya llegado a su fin antes de tiempo.
A pesar de lo dantesco de la imagen, Cabello quiere mostrarse positivo. «Hemos tenido suerte, hemos tenido suerte», repite, aunque afirmaba que cuando sale de casa «soy incapaz de alzar la cabeza y mirar alrededor, todo es negro y cenizas, es desolador».
En su recuerdo el incendio del verano pasado casi en las mismas fechas. Entonces las llamas se cebaron con el término municipal aledaño a Navalmoralejo, el de La Estrella, y obligó a confinar este municipio de La Jara, además de Fuentes, La Nava de Ricomalillo y Aldeanueva de Barbarroya.
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