«Cómo es posible que Page defienda la unidad de España y pacte con quienes la rompen»

—No, es una apuesta que lleva muchísimo tiempo en marcha; de hecho, estar con los colectivos, estar en la calle es algo que está en los genes del PP. Entendemos que escuchar al diferente, a quien tiene una opinión distinta, y aprender con humildad del otro, no es una opción, es algo imprescindible en la acción política del día a día, y no solo en campaña electoral.

—¿Y qué está palpando en estos contactos, qué le preocupa a la gente?

—La gente exige que haya gobernantes que acierten en lo económico y al PP nadie le está negando que ha acertado en materia económica. Pero, además, la gente pide que esa recuperación económica llegue también a las familias y a las personas, y las que tienen una mayor dificultad son especialmente protagonistas

—¿Y qué percibe usted en cuanto al tema estrella que acapara la política nacional, ¿por qué cree que el tema de Cataluña levanta tantas pasiones y salen las banderas a relucir?

—Puigdemont ha conseguido él solo y en muy poco tiempo que la bandera de España se recupere para todos sin excepción, y que aflore de forma natural un sano sentimiento de orgullo nacional. Y lo ha conseguido precisamente porque ha tratado de atacar una de las esencias de cualquier país, que es su unidad territorial. Lo que nos vamos a jugar en las elecciones del 21 de diciembre en Cataluña no es solo el resultado en Cataluña, es también el resultado en España. Por eso creemos, con humildad, que el PP es hoy un valor seguro para garantizar la convivencia en las calles, para recuperar la confianza de las empresas y para llevar a cabo todas las medidas que hacen falta desde la experiencia de gobierno en un momento con este en Cataluña. Y es la experiencia de Mariano Rajoy, la del PP.

—¿Qué perspectivas electorales tiene el PP de cara al 21-D?

—Es evidente que en Cataluña hay una fragmentación política que es reflejo de la pluralidad de esa comunidad autónoma. Por tanto, ningún partido aspira a ganar con mayoría absoluta las elecciones, pero sí se pueden conformar mayorías que den garantías democráticas y de respeto a la legalidad, defensa de la Constitución y convivencia. Por tanto, debemos trabajar juntos, pero es importante que lidere ese resultado un partido que al menos cumpla esas características. Los catalanes y el resto de los españoles pedimos solvencia, valores seguros; pedimos en Cataluña lo que Rajoy representa para el conjunto de España. Y creo que el PP es la garantía de eso. A partir de ahí, que el PP pueda sumar con otras opciones es algo que hay que ver después y que sin duda será reflejo de lo que ya ha conseguido Rajoy, que no es solo que el PP anuncie las medidas del 155 sino que lo haga con partidos tan diferentes como el PSOE y Ciudadanos, a pesar de que existan líderes como Page en Castilla-La Mancha. Cómo es posible que alguien que trata de defender la unidad de España, realmente después haga todo lo contrario. Hoy Page representa la excepción en la regla del PSOE porque es el socio preferente de quienes quieren romper España, Podemos. Eso seguramente ha generado que muchas personas de buena fe del PSOE hayan dejado de confiar en Page, porque no es de fiar.

—¿Cree que la alizanza de gobierno de Page con Podemos puede pasarle factura electoral?

—A los políticos se los reconoce por los hechos, no por las palabras. Page ha elegido como socio a un partido que hoy abiertamente está repitiendo el discurso de los secesionistas. Si Page hace eso y dice otra cosa distinta, no es de fiar. Los castellano-manchegos son gente con sentido común y no se van a fiar de alguien que no es de fiar. Page ha perdido mucho en su alianza con Podemos, pero sobre todo ha perdido él y el PSOE en Castilla-La Mancha.

—¿Cree que Cospedal volverá a ser candidata a la Junta?

—Todos los que han subestimado a María Dolores de Cospedal han salido mal parados. Si hay algo que no se puede negar a María Dolores de Cospedal son las ganas y la pasión que le pone a las cosas. El PP de Castilla-La Mancha es la referencia de lo que hoy es prioritario aquí, que la recuperación económica se consolide y sus efectos vayan llegando a todo el mundo, que sea una comunidad con peso político en el conjunto de España y que no tenga un gobierno, como ahora, que esté jugueteando con los que ponen en riesgo la unidad de España.

—¿Estaría dispuesto el PP en Cataluña a apoyar a la lista más votada, que podría ser Ciudadanos con Arrimadas, tras las elecciones?

—Creo que hay que respetar el resultado de las urnas. Hoy, la apuesta que da seguridad, serenidad y no tiene riesgos es Rajoy y el PP, en este caso Albiol. Otras opciones pueden ponerle muchas ganas, pero sin experiencia y sin un liderazgo claro, es más complicado. Vamos a confiar en que los catalanes puedan ver al PP como la acción segura y después ya hablaremos de coaliciones. Nuestra voluntad es entendernos con todos, pero creo que el PP ha sido esencial para resolver este problema en Cataluña y lo será para llevar a cabo el nuevo gobierno en Cataluña. Las siglas del PP han sido claves en la resolución del problema en el que Puigdemont y todos sus colegas habían metido a los catalanes y al resto de españoles. Votar al PP en Cataluña el 21 de diciembre es continuar resolviendo el problema.