«Que Soliss vuelva a ser la aseguradora más solvente de España debe ser un orgullo para todos los castellano-manchegos»

—¿Cuáles cree que son las claves del éxito de Soliss?

—Estoy convencido que nuestro éxito se debe a que hacemos lo que decimos, y eso, al final, el cliente lo nota y lo premia. En primer lugar, ofrecemos un producto de una enorme calidad a un precio muy competitivo, siempre con el asesoramiento experto que nos permite nuestra amplia red de oficinas y agentes. Gente de carne y hueso, a la que puedes saludar y mirar a los ojos. Por otro lado, presumimos de sentir nuestra tierra y plasmamos ese compromiso en acciones palpables con apoyo constante a iniciativas que se desarrollan en Castilla-La Mancha, principalmente sociales, pero también en terrenos como el deporte, la cultura o el medio ambiente. Esa mezcla creo que es la razón que hace que cada vez más gente confíe en Soliss.

—¿Qué significa para el cliente que Soliss sea la más solvente de España?

—Puede parecer que no tiene importancia y que es solo un motivo para hacer publicidad. Sin embargo, es algo importantísimo para nuestros asegurados pues significa que ninguna aseguradora puede garantizar tanto como nosotros que cumpliremos económicamente con todos nuestros compromisos, por ejemplo afrontar un siniestro cubierto por su póliza. Nuestra solvencia es la tranquilidad de nuestros mutualistas, ni más ni menos.

—En un mundo cada vez más tecnológico y cambiante, ¿cómo afronta una aseguradora con más de ocho décadas de vida estos retos?

—El secreto está en adaptarse sin dejar de ser uno mismo. Me explico: lógicamente el mundo de hoy es muy diferente al de 1933, al de 1975 o al de 2010 y ello nos obliga a una continua tarea de adaptación, pero que en Soliss afrontamos como un reto y una oportunidad. Sin embargo, y esto es lo más importante, cambiamos sin dejar de ser nosotros mismos. Mantenemos nuestro compromiso de excelencia en el servicio, seguimos creyendo en la importancia del trato humano para los miles de clientes que lo siguen demandando, apostamos más que nunca por nuestra gente y por nuestro territorio, abriendo nuevas oficinas cuando el resto las cierra. Y en paralelo, por supuesto, ofrecemos las máximas facilidades para quienes prefieren el uso de las últimas tecnologías a la hora de contratar y tramitar su seguro.

_La verdad es que la presencia de Soliss en la vida cotidiana se ha incrementado mucho últimamente, ¿cómo hacen para conseguirlo en un sector con una competencia tan feroz?

—Si usted analiza la publicidad de los grandes medios notará que un alto porcentaje es de aseguradoras, casi todas grandes multinacionales. Ello nos obliga a luchar con nuestras armas, que no por ser locales son menos efectivas. Plasmamos nuestra presencia en iniciativas pegadas a la tierra, haciendo hincapié en nuestro compromiso y cercanía, promoviendo el orgullo cívico de hacer ver a nuestra gente la importancia de generar sinergias locales, de reinvertir en nuestra economía, de no exportar recursos, de tributar exclusivamente ante la hacienda española y no en paraísos fiscales, de trabajar con proveedores locales…en definitiva, de ser los dueños de nuestro propio destino como sociedad.

—Una buena parte de esas acciones las canalizan a través de su Fundación Soliss, ¿qué balance hace de su primer año de vida?

—El compromiso de Soliss con nuestra sociedad no es nuevo, pues desde 1933 es una de nuestras razones de ser. Pero el nacimiento en 2015 de la Fundación Soliss ha sido para nosotros un hecho importante porque, por fin, tenemos la herramienta ideal para canalizar toda esa acción social, cultural y medioambiental que tal vez como simple aseguradora era difícil de articular. El balance no puede ser más positivo, pues la Fundación está desarrollando proyectos muy ambiciosos.

—¿Podría detallarnos algunos?

—Por encima de todos destacaría el Proyecto Semilla, por su dotación de 120.000 euros anuales y por el espíritu que hay detrás de él. Es una plataforma donde los ciudadanos presentan proyectos sociales, culturales y ambientales y optan a conseguir hasta 6.000 euros si su proyecto está entre los cinco más votados. Es una apuesta decidida por la participación ciudadana, con la solidaridad, la transparencia y la democracia como ejes principales. Es la sociedad quien decide qué proyectos ven la luz, no Soliss, tanto para presentar iniciativas como para decidir si se financian. Hay otros proyectos de la Fundación que nos llenan de orgullo, como la red regional de huertos solidarios, las becas Futurempleo para personas con discapacidad, el premio bienal de escultura «Julio Pascual» o el recientemente presentado Proyecto Olmo, que recuperará el olmo autóctono, hoy casi desaparecido, para nuestras plazas.