Núñez lamenta que Page no dé explicaciones en las Cortes de Castilla-La Mancha por el incendio del Pico del Lobo

Una situación que el presidente del Partido Popular, Paco Núñez, no quiso pasar por alto, afeando al líder del Ejecutivo su actitud a la vez que cuestionó la versión oficial del Gobierno.

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Núñez aseguró que el aviso del incendio fue recibido por un vecino dos horas antes de la hora oficial de inicio del fuego. Según su testimonio, el Gobierno «miente» al respecto, y las primeras brigadas tuvieron que llegar a la zona «entre confusiones y con Google Maps», lo que provocó un retraso en la respuesta.

El presidente de los 'populares' afirmó que pasaron hasta «seis horas» antes de que los medios terrestres llegaran al lugar, un retraso que, a su juicio, impidió salvar «gran parte del monte». «El fuego fue invisible para los responsables políticos», destacó, añadiendo que el Ejecutivo había «desactivado» varios retenes y dejó operativo solo el retén de Cogolludo. En este sentido, señaló que «no fue un error técnico, fue una decisión política».

El líder del PP también acusó al Gobierno de una «mala planificación» del dispositivo de extinción, señalando que el plan de actuación contaba con un 30% menos de operativos activos de lo necesario. «Brigadas insuficientes, helicópteros no operativos, sin ojos, sin capacidad de reacción», subrayó Núñez, quien lamentó el trato que reciben los bomberos forestales y técnicos del Infocam.

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En su opinión, estos profesionales, «héroes mal pagados, con ropa caducada y jornadas de más de 24 horas», son objeto de un «trato indigno» por parte del Ejecutivo regional. «Mientras ellos se jugaban la vida en el fuego, la consejera los insultaba desde su despacho», concluyó.

Por su parte, la consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez, explicó que el incendio del 20 de septiembre se originó por la caída de un rayo, con cinco puntos de ignición, lo que provocó que se quemaran 2.410 hectáreas de terreno en Castilla-La Mancha, con un coste cercano a los 1,8 millones de euros.

Gómez destacó que, a lo largo de la intervención, se movilizaron un total de 190 medios, 64 de ellos aéreos, y 937 personas trabajaron en la extinción del fuego. El incendio afectó a diferentes tipos de vegetación, incluyendo 1.305 hectáreas de brezo, 415 de sotobosque de pino silvestre, 389 de pastizal, 112 de jaral, 56 de sotobosque de milhojares, y otras áreas de vegetación frondosa y ribereña.

La consejera calificó el incendio como «muy difícil» debido a la geografía del terreno, destacando la inaccesibilidad de la zona y la complejidad de la propagación del fuego bajo el tapiz herbáceo, lo que dificultaba su localización.

En esta línea, la consejera anunció una serie de actuaciones en la zona afectada, con una inversión superior al millón de euros, que incluirán desbroces, nuevos vallados, un sistema de GPS para el ganado, depósitos de agua y la reposición de una tubería afectada por las llamas.

Por su parte, el diputado de Vox, Iván Sánchez, se unió a las críticas de Núñez, lamentando que el 19 de septiembre, un día antes del inicio del incendio, se desactivaron medios en la provincia de Guadalajara, dejando la zona «al 29% de su capacidad operativa».

Según Sánchez, esta reducción en los recursos disponibles implicó que muchos trabajadores estuvieran realizando tareas de desbroce en lugar de estar preparados para la extinción del fuego. También rechazó la afirmación de que solo los medios aéreos pudieran operar en los primeros momentos del incendio, ya que, según sus datos, «se trasladó un convoy desde Cuenca, pese a que había tres retenes a menos de diez kilómetros».

Por último, señaló una «falta de respeto hacia los profesionales», denunció la falta de medios y exigió una «auditoría inmediata» sobre el dispositivo de extinción que estuvo en funcionamiento ese día.