«Es difícil rodar en la región porque no existe ni industria ni conciencia cinematográfica»

-La verdad es que hemos tenido mucha suerte porque después de que surgiera la idea de hacer una película de terror, junto con Sheila Ponce, y tener listo el guión, nos lo aceptaron en la primera productora a la que lo enviamos (Produccions del Primer Cinquena). Cuando me llamaron Jordi y Alex Carbonell para decirme que les había gustado la historia y que querían trabajar en ella ni me lo creía. A partir de entonces -esto fue hace unos cuatro meses- hemos estado trabajando en la fase de pre producción con el reparto, la realización de decorados, la lectura colectiva del guión…

-¿Cuándo comenzará el rodaje?

-Tenemos previsto comenzar el 27 de agosto, y se prolongará durante 15 días, siendo uno de ellos de descanso.

-¿De qué trata «Para Elisa»?

«Para Elisa» es una película de suspense, de terror psicológico, que narra la historia de una joven estudiante que busca trabajo para poder financiarse el viaje de fin de curso. Cuando encuentra uno como canguro, descubre que la casa en la que tiene que trabajar es un tanto inusual y que la niña que tiene que cuidar no es tan niña.

-¿Con qué reparto cuenta la película?

-El reparto está encabezado por las actrices Ana Turpin, que será la desequilibrada Elisa, y Ona Casamiquela, que se convertirá en la universitaria Ana. Ambas son actrices conocidas: Ana Turpin por su participación en series de televisión como «Bandolera», «La Señora» o «Amar en tiempos revueltos»; y Ona Casamiquela por formar parte del reparto de la serie «Un golpe de suerte» y sus últimas incursiones cinematográficas en «Eva» y «El secreto de los 24 escalones». Cabe destacar que además forman parte del elenco de actores dos conquenses, la joven Sheila Ponce, quien ha participado en diversos cortometrajes y obras de teatro, y el veterano Rafa Núñez, que tiene reconocimientos como el de Mejor Interpretación Masculina en el V Certamen Nacional de Teatro «Garnacha de Rioja». El reparto se completa con Luisa Gavasa, Jesús Caba y Javier Pereira, además de con la colaboración especial de Enrique Villén, Toni Sevilla, Teté Delgado y Frederic Tomàs.

-¿Por qué ha elegido Cuenca para las localizaciones?

-¿Qué dificultades tiene poner en marcha un proyecto de este tipo?

-La principal es la económica. Rodar en Cuenca incrementaba notablemente la producción porque había que trasladar a todo el equipo desde Barcelona. Sin embargo, la historia estaba hecha para la ciudad, y así se lo hice ver a los productores durante una de sus visitas. En estos momentos seguimos buscando financiación a través de lo que se conoce como «crowdfunding», una forma de amortización horizontal de la película en la que los interesados pueden invertir a cambio de obtener algún producto de «merchandising». La productora, a cambio, se compromete a incluir sus nombres en la página web, las redes sociales y los créditos de la película.

-¿Con qué presupuestos cuenta?

-El presupuesto final dependerá de los productores. En cualquier caso, se trata de una producción de bajo presupuesto, que no por ello deja de ser cara.

-¿Es difícil hacer cine en Castilla-La Mancha?

-Es difícil porque no existe ni una industria cinematográfica ni una conciencia cinematográfica. Muchas personas no son capaces de valorar la promoción turística que supone para una ciudad quedar inmortalizada en una película que, con posterioridad, se proyectará multitud de veces. En Cuenca tenemos precedentes como los que suponen «Calle Mayor» o «Peppermint Frappé». Por otro lado, hay que destacar un beneficio inmediato para la ciudad, como el que supone los ingresos que dejan el equipo técnico y los actores durante el rodaje.

-¿Qué proyección cree que puede tener su película dentro del cine español?

-Eso es algo que definirá la distribución y el público. Nuestro deseo en cualquier caso es poder presentar la película en festivales como el Festival de Cine de Málaga, para contribuir a su difusión y, si es posible, hacernos con algún premio.

-Me comenta que es una película de suspense que indaga en el terror psicológico. ¿Se pueden establecer paralelismos con las películas de Amenábar o José Antonio Bayona?

-El terror que proyecta Amenábar en «Los Otros» o José Antonio Bayona en «El Orfanato» está más vinculado a fantasmas. En mi caso, el terror podría tener más paralelismos con el que practica Roman Polanski o, si queremos un referente nacional, Jaume Balagueró.

-Hablando de terror y miedo, ¿a qué teme Juan Ramón Fernández a la hora de iniciar este proyecto?

-Mis temores son infinitos. Temo al día en que empiece el rodaje y a que puedan surgir problemas durante el mismo. Temo a la distribución y temo a que mi visión como director no coincida con la del público. Yo simplemente espero que todo vaya bien y la película agrade.