Un verano con más calor

Tampoco es una sorpresa que las precipitaciones serán pocas, algo habitual durante el estío, que comenzó oficialmente ayer. «Solo serán algo más abundantes Molina de Aragón (Guadalajara)», adelantó Castro.

Por ciudades, no se espera mucho agua de lluvia en junio, julio y agosto. Así, en Ciudad Real se recogerán alrededor de 36 litros por metro cuadrado, la cifra más baja prevista en las capitales de provincia. En Toledo, seguramente no se pasará de unos 40 litros por metro cuadrado, mientras que en Albacete la cantidad podría alcanzar los 55 litros por metro cuadrado. En Cuenca, las precipitaciones rondarán los 71 litros por metro cuadrado.

En cuanto a la primavera que acaba de terminar, en Castilla-La Mancha fue muy cálida, con temperaturas muy superiores a los valores normales en marzo, abril y mayo. Resultó muy significativa en las provincias de Toledo y Cuenca, donde «la primavera fue extremadamente cálida, siendo la más cálida de toda la serie de datos», entre 1981 y 2010, según Paloma Castro. La temperatura más alta se registró en Toledo el 25 de mayo, con 35.9 grados centígrados, y la más baja, en Beteta (Cuenca) el 24 de marzo, con 5 grados bajo cero.

Por provincias, la temperatura media en la de Toledo fue de 16,5 grados centígrados, y en la de Cuenca, de 13,9. En ambos casos, más de dos por encima del valor normal en la serie histórica.

Mención aparte merecen las tres primeras semanas de junio, que resultaron extremadamente cálidas, con temperaturas de 41,2 grados centígrados en Toledo los días 17 y 18. En cambio, en Almagro (Ciudad Real) se registró la máxima de las mínimas, con 23.5º, el 15 de junio.

Sin embargo, la primavera ha sido seca o muy seca si se habla de precipitaciones, a tenor de los valores normales de la serie de referencia entre 1981 y 2010. No obstante, en la primera quincena de junio hubo intensos chaparrones el día 4 en apenas 10 minutos, en algunos casos acompañados de granizo.