Castrejón, Ruidera y las Tablas de Daimiel, humedales «más amenazados» de la región

Castilla-La Mancha es una de las comunidades que tiene un número más importante, ya que cuenta con más de 400 humedales que ocupan unas 20.000 hectáreas. Entre ellos, hay seis sitios Ramsar , es decir, especialmente protegidos, además de 27 espacios incluidos en el programa LIFE Humedales de La Mancha y otros repartidos por toda la región sin ninguna figura de protección, pero de igual relevancia para su conservación.

Precisamente este lunes Ecologistas en Acción alertaba de la situación del embalse de Castrejón, la Reserva de la Biosfera de La Mancha Húmeda, las Lagunas de Ruidera y las Tablas de Daimie l. A su juicio, estos ecosistemas están «gravemente amenazados» y, por eso, exigen medidas extraordinarias para su conservación. La Asociación Ojos del Guadiana Vivos, de la que forman parte científicos, técnicos y ecologistas, aprovecharon también para reclamar que los humedales manchegos pasen a figurar en el Inventario Español de Zonas Húmedas.

Desde el Gobierno de Castilla-La Mancha se hace un seguimiento del estado de todos los humedales y se llevan a cabo medidas concretas para solucionar los posibles problemas que sufran. El consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Rural, Francisco Martínez Arroyo, explicó a ABC que «las políticas públicas han hecho que mejore el estado ambiental en todos estos humedales durante los últimos 20 años».

Todos los humedales de Castilla-La Mancha están protegidos por la Ley de Conservación de la Naturaleza, aprobada en 1999. Pero hay algunos de ellos de especial interés para la Junta de Comunidades, que son precisamente de los que alerta Ecologistas en Acción y que se encuentran dentro de la Red Natura 2000, una red de áreas de conservación de la biodiversidad elaborada por la Unión Europea.

El consejero destacó el caso particular del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, «que pasó en 2009 de unas condiciones pésimas, con muy poca superficie encharcada y con incendios subterráneos en las turbas del parque, a volver a inundarse en 2010 debido, sobre todo, a las abundantes lluvias y a la adquisición de terrenos adyacentes por parte del Ministerio de Agricultura».

Sin embargo, «el problema ahora en las Tablas de Daimiel es la calidad de su agua», según afirma Federico Fernández, profesor de la Facultad de Ciencias Ambientales y Bioquímica de la UCLM y catedrático de Botánica. «Esto es tan importante porque, si las aguas no tienen la calidad suficiente, hay problemas para todos los organismos -plantas y animales- que hacen que el humedal funcione adecuadamente». Una de las principales soluciones propuestas por el profesor de la UCLM pasa por cumplir el Plan Especial del Alto Guadiana, un «plan ambicioso que se esfumó con la crisis», indica Fernández.