Marco Antonio Navarro, el 'mediador' del Caso Mediador: «No se puede negar lo inevitable»

Navarro, que según las investigación ejercía en la mediación entre el exdiputado Juan Bernardo Fuentes Curbelo y grupos de empresarios, se ha alejado en sus declaraciones de Fuentes Curbelo a quien servía de nexo diciendo que a diferencia de este, «no tiene la conciencia tranquila».

Juan Bernardo Fuentes «no es un diputado raso«, y eso «hay que dejarlo claro», ha subrayado, «estaba presente en varias comisiones del Congreso».

«Me da mucha pena que paguen todos los ganaderos por culpa de uno», ha apuntado en la entrevista, en la que ha mostrado su convencimiento «como ciudadano común» de que el Gobierno de Canarias estaba al tanto de los hechos aunque «no lo puede acreditar».

Navarro ha contado que durmió tres noches en el calabozo porque su abogado no quiso entregar sus teléfonos móviles donde estaba la prueba de su inocencia, porque según alegó había «información sensible» del Gobierno y ahí «se abrió la caja de Pandora». Ha dicho que «no puedo negar lo que ya está instruido», y que «él no ha filtrado el sumario ni ninguna información».

Navarro Tacoronte no entiende que los empresarios involucrados en la causa «ahora se sientan estafados» y no lo dijeran hace dos años cuando firmaron los contratos y se plantea si su actuación de intermediación para adjudicar contratos y desbloquear expedientes «es legal o no es legal» aunque sí tiene claro que «no es transparente». Ha indicado que en 2020 y 2021, años en los que se urdieron los hechos, «había una saturación de trabajo», por lo que «no te paras a pensar» si había personas perjudicadas, pero «esta situación te obliga a parar y sí, hay personas perjudicadas».

Del mismo modo, ha apuntado que no es cargo público ni «nadie» para «decir lo que hay que hacer», solo puede «asesorar o mediar» pero no «tomar decisiones políticas».

Como ejemplo, Navarro Tacoronte ha explicado que le llamaba Tayshet Fuentes, por entonces director general de Ganadería, y le comentaba que había «un expediente atascado de cierta empresa quesera» y si se podía «intervenir en Madrid» en su favor.

Ha indicado también que conoció al exgeneral Espinosa en una cena en Valencia en compañía del propietario de una empresa de drones y hablaron de «viajes» y «conversaciones», reconociendo que cuando tenía alguna situación «escollada» pedía hacer «ciertas gestiones». En esa línea ha apuntado que la empresa de drones había conseguido «contratos interesantes» en África a través de «papá» (apodo del exgeneral) pero ha señalado que no intermedió en esas operaciones.

Ahora, ha dicho, tiene la «duda» de si «se sancionaba a empresas a posta para intentar resolver el asunto después». Ha dicho también que «a nadie le interesa que esto salga a la luz».