La amiga, una turista británica que viajó a la isla canaria para una semana de vacaciones, lo hizo con la urna que contenía parte de los restos del asesino de 13 mujeres, y también acusado de tratar de matar a otras 7.
Peter Sutcliffe murió con Covid a los 74 años en noviembre de 2020 mientras cumplía condena.
Tal y como explica el diario británico, uno de los últimos deseos del asesino en serie era que sus restos fueran esparcidos «en un lugar bonito y soleado» por lo que la mujer eligió la costa lanzaroteña. En concreto, eligió una cala rocosa cercana a la Playa de los Pocillos en el sur de la isla, una zona popular entre los turistas británicos.
Esta amiga, visitante habitual de Sutcliffe en la cárcel según publica The Sun, guardó las cenizas hasta volar esta semana a Lanzarote de vacaciones y cumplir en estos días la petición del preso.
Sutcliffe mató a 13 mujeres e intentó asesinar a otras siete, delitos por los que fue detenido en enero de 1981 tras la mayor persecución de la historia de la policía británica, narra el periódico.
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