El holandés Daan Roosegaarde exhibe sus paisajes interactivos

«Flow», que se traduce como «flujo», es una pared inteligente de cinco metros de largo por 2,30 metros de alto, compuesta por cientos de pequeños ventiladores, sensores y micrófonos que reaccionan al sonido y al movimiento del visitante. Con esta obra interactiva, el estudio obtuvo en 2009 el «Dutch Design Award» en la categoría de Mejor Diseño Espacial Autónomo.

En sus obras, este equipo de artistas, diseñadores e ingenieros explora la relación que se establece entre la escultura y el público gracias a la tecnología. El resultado son piezas que reaccionan a los sonidos y movimientos del visitante. En «Flow» el público interactúa con cientos de ventiladores interactivos generando vientos imaginarios que cambian con el roce de cada persona.

La muestra, de la que «Flow» es la pieza estrella, se abre a las siete y media de esta tarde y permanecerá abierta desde hoy hasta el próximo 23 de julio.

Daan Roosegaarde es un joven escultor y arquitecto que desarrolla su labor en la ciudad de Rotterdam. En 2006 creó Studio Roosegaarde, en el que se crean obras de arte interactivo.