La Fiscalía denuncia las deficiencias en los Centros de Internamiento para inmigrantes

De este centro, según la memoria del Ministerio Fiscal, a la que ha tenido acceso ABC, se denuncia el «deplorable estado de la sala destinada a las visitas de familiares y abogados, las humedades existentes en los baños destinados a los varones, la falta de medidas de seguridad en prevención de incendios y la escasa dotación de policías con merma de la debida custodia de los internos».

En el Centro de Internamiento de El Matorral, en Fuerteventura, el más grande de España con 1.100 plazas, la Fiscalía General del Estado ha detectado que en este centro, según las actas de inspección, un fraude respecto a las peticiones de asilo, que consiste en «solicitar el asilo cuando se llevan 30 días de internamiento, a pesar de tener la información para pedir asilo desde el primer día de internamiento e incluso desde que llegan a territorio español. Esta petición implica», según explica el documento, «que por poco que se tarde en admitirse a trámite la solicitud y tramitarse la misma, el peticionario no tendrá ningún tipo de resolución antes de que pasen 10 días, por lo que deberá ser puesto en libertad».

Según el Ministerio Fiscal, «esta forma de proceder, obviamente, eludirá la repatriación si ésta estuviera prevista; ya que una vez puesto en libertad el extranjero será enviado muy probablemente a la Península y difícilmente se le podrá localizar posteriormente para notificarle la resolución recaída en el procedimiento de asilo».

Conocimiento de las mafias

En este sentido, la memoria alerta de que esta argucia cada vez es más conocida por más inmigrantes y, por ende, «las mafias que controlan en los países de origen».

Del Centro de Internamiento de Hoya Fría, en Tenerife, la memoria de la Fiscalía del Estado expone que «muchas de las deficiencias denunciadas en las memoria anterior han sido corregidas» . Pese a esto, y aunque al Ministerio Fiscal no le corresponde pronunciarse en materia de política de inmigración, «sí le compete velar por los Derechos Fundamentales de las personas». Por esto, asegura que «se impone la creación de un nuevo Centro de Internamiento en la provincia tinerfeña donde se garantice a los internos, no sólo los derechos y deberes regulados en nuestra legislación sino, sobre todo, el necesario respeto a la dignidad humana y a los derechos que le son inherentes».

En esta línea, el informe hace referencia a los denominados CITEs (Centros de Internamiento Temporal de Extranjeros) que comenzaron a construirse durante el año 2007. En Canarias existen tres (en La Gomera, El Hierro y Playa de Las Américas, en Tenerife), cada uno de ellos con una capacidad aproximada de 300 plazas. La memoria de la Fiscalía constata que los CITEs «pueden suponer un riesgo para los Derechos Fundamentales de aquellos si llegasen a erigirse en Centros de Internamiento de facto eludiendo por tanto las exigencias legalmente establecidas para los CIE».

Quinta barcaza del año

Suma y sigue. El quinto cayuco que arriba a Canarias en lo que llevamos de 2009 llegó ayer a Tenerife, concretamente al puerto de Los Cristianos, tras ser localizado a una milla de la playa de Las Vistas, en el municipio de Arona. En total, en la barcaza viajaban 67 inmigrantes clandestinos, entre ellos ocho posibles menores de edad, según confirmaron a ABC fuentes de la Delegación del Gobierno en Canarias.

La barquilla, de tipo Mauritano de 17 metros de eslora y 3,5 metros de manga, fue localizada pasadas las nueve de la mañana y tuvo que ser remolcada hasta el puerto tinerfeño por la embarcación de Salvamento Marítimo Salvamar Alpheratz y por el remolcador de la Guardia Civil Río Gallo, donde arribó una hora más tarde.

Todos los «sin papeles», varones y de origen subsahariano, llegaron en aparente buen estado de salud, salvo uno de ellos que tuvo que ser trasladado al centro de salud de El Mojón por un traumatismo en los dedos de una mano.

Los 67 inmigrantes clandestinos llevaban tres días de travesía a través del océano y habían partido del puerto de Noadibú, en Mauritania, según dichas fuentes.