Poniendo sus fuerzas al límite, se enfrentan a un enemigo fuerte y poderoso. Los bomberos forestales luchan contra el fuego que devora los montes hasta quedar exhaustos. En su corazón el compromiso de ganarle la partida a las llamas, aunque las condiciones extremas. Apenas hay ... tiempo para llenar el estómago y seguir peleando. Quizás por eso, cuando en su camino se cruza un gesto amable y unas palabras de reconocimiento, surge su aplauso. En este restaurante de Cebreros paró a cenar un grupo anoche. A este supermercado entraron para llevarse algo después de 13 horas en el tajo y a Maite, la cajera, le impresionó verlos llegar no dudo en pagarles la cuenta. Ellos volvieron después con un ramo de flores.
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