Le Senne se ofrece como candidato en 2027 y blinda su liderazgo en Vox pese al juicio por delito de odio

Este miércoles, en sus primeras declaraciones como presidente de Vox Baleares, el abogado mallorquín ha apostado por «una renovación permanente» en un partido que, a su juicio, «está en pleno crecimiento», y ha confirmado que próximamente se constituirá un nuevo comité ejecutivo regional.

También ha aprovechado para defender la política migratoria del partido, aplaudiendo el nombramiento del nuevo director general de Inmigración y Cooperación del Gobierno balear, el subinspector de Policía Manuel Pavón. «Me alegro de que el Partido Popular esté por seguir esa línea, que creo que es la razonable y la del sentido común: controlar las fronteras y hacer cumplir las leyes», ha señalado.

El relevo, consumado este martes por el Comité Ejecutivo Nacional de Vox, supone un respaldo político explícito de Santiago Abascal a una figura que ha ganado peso dentro de la organización pese -o gracias- a su imputación judicial por un presunto delito de odio.

En junio de 2024, Le Senne rompió en pleno debate parlamentario una imagen de Aurora Picornell y Las Roges del Molinar, un gesto que le ha llevado a juicio tras la acusación de varias entidades memorialistas y partidos de izquierda, que piden hasta cuatro años de prisión.

Le Senne ha minimizado el impacto judicial y ha dicho que está "tranquilo" y cree "que esto demuestra que el partido también lo está». La Fiscalía, de hecho, ha solicitado el archivo del caso al entender que se trató de un acto «colérico», sin intención discriminatoria. El propio Le Senne ha defendido que actuó para preservar el orden parlamentario, y no con voluntad de «humillar a nadie».

La imputación de Le Senne debilitó su perfil institucional, pero al mismo tiempo le reforzó internamente. Desde entonces, se ha consolidado como una figura combativa, útil para marcar territorio frente al PP y conectar con la base más ideológica del partido. Fue Abascal quien le animó a resistir tras el escándalo, empujándole a lanzar un segundo comunicado -tras la disculpa inicial- en el que acusaba al Gobierno de Sánchez de usar la justicia para tapar «la presunta corrupción de su familia».

Sobre su papel como futuro interlocutor con el PP, no ha concretado pero ha dejado claro que Vox es un proyecto nacional cuya prioridad es «llevar a Santiago Abascal a la Moncloa».

En el plano interno, Le Senne ha agradecido el trabajo de su predecesora, Patricia de las Heras, apartada del cargo sin explicaciones oficiales. «Ha hecho un trabajo muy duro y se le debe reconocer», ha señalado, aunque ha reconocido no conocer los motivos exactos del relevo. La diputada ibicenca, actualmente de baja por maternidad, nunca consolidó un liderazgo sólido en el territorio y su mandato se vio condicionado por las tensiones heredadas del anterior líder regional, Jorge Campos.

Sobre la reciente salida de la exdiputada Idoia Ribas, Le Senne ha sido crítico: «En el partido caben todos los que quieran trabajar por Baleares y por España. Lo que no cabe es la gente que busca sus intereses personales o que viene a crear inestabilidad», ha dicho, en alusión directa a los últimos desencuentros internos.

Con sólo cinco diputados de los ocho con los que arrancó la legislatura y un juicio pendiente, Vox Baleares encara una etapa de recomposición bajo el liderazgo de un dirigente que combina una lealtad acérrima a la cúpula nacional y un protagonismo institucional que le han convertido en símbolo para los sectores más movilizados del partido.

La incógnita sobre si será el candidato a la presidencia en 2027 en las elecciones autonómicas ya está sobre la mesa. Y el propio Le Senne no la descarta.