El campo aragonés se vacía: la región ha perdido casi 1.000 agricultores en cinco años

La situación afecta de forma generalizada a todo el campo aragonés, pero se ceba especialmente con las provincias de Teruel y de Huesca. Según los datos oficiales de la Seguridad Social, la provincia de Teruel ha perdido al 11% de sus agricultores y ganaderos en los cinco últimos años. La de Huesca, al 10% . En la provincia de Zaragoza la merma ha sido más moderada, del 4%.

En conjunto, Aragón tiene ahora 916 agricultores menos que hace justo cinco años. La provincia de Teruel ha perdido 379, la de Huesca 369, y 169 la de Zaragoza.

El fenómeno va unido al de la despoblación . Sin agricultura y sin agricultores, la gran parte de los pueblos tienen condenado su futuro demográfico. En muchos pequeños municipios aragoneses, la jubilación de los agricultores sin jóvenes que le tomen el relevo es la otra cara de la moneda del éxodo demográfico. Escasean los jóvenes y, por tanto, los dispuestos a suceder a los agricultores y ganaderos que llegan a la edad de jubilación.

Pese a las subvenciones que se conceden para incentivar la incorporación de jóvenes al sector agropecuario, la realidad de las estadísticas demuestra, con claridad, que esas ayudas no están sirviendo para garantizar el relevo generacional.

En el mejor de los casos, las fincas –o parte– de quienes se jubilan se las quedan otros agricultores que están en activo. Pero muchas veces –y suele ser habitual–, esas explotaciones acaban condenadas al abandono a medio plazo. Y eso tiene también repercusiones económicas y medioambientales añadidas.

En estos momentos, de los alrededor de 560.000 ocupados que hay en Aragón, ni siquiera 11.000 son autónomos del campo, agricultores o ganaderos que están al frente de sus explotaciones , que lo tienen como actividad laboral principal y que contribuyen también a crear puestos de trabajo con la contratación de asalariados a lo largo del año. En la provincia de Zaragoza quedan 4.464 agricultores y ganaderos, 3.753 en la de Huesca y 3.556 en la de Teruel. Y cada mes que pasa, la cifra mengua en un colectivo cuya edad media es claramente elevada.