Cae una banda criminal que se dedicaba a introducir droga en la cárcel de Zuera

La operación comenzó en octubre cuando se detectó que un trabajador de mantenimiento de la prisión introducía droga. Compraba el hachís fuera y la metía en la cárcel mientras realizaba su trabajo diario. Él depositaba la droga en las celdas de algunos internos y ellos se encargaban de distribuirla por el interior del centro penintenciario.

No solo facilitaba hachís, sino que también introducía teléfonos móviles para su venta entre los reclusos. Según la Guardia Civil, se trataba de un «negocio muy rentable» para la banda , ya que tanto la droga como los móviles pueden venderse muy caros en el interior de una prisión. El hachís y los teléfonos eran adquiridos en Zaragoza, bajo pedido, pero la actividad la dirigía un interno desde la cárcel.

Tras meses de investigaciones, la Guardia Civil ha desarticulado a un grupo «perfectamente coordinado para realizar esta actividad». El cabecilla de la organización adquiría el hachís en Marruecos y lo trasladaba a Zaragoza, donde una segunda persona lo recepcionaba y entregaba al trabajador de la prisión. Este intermediario era el compañero sentimental de una mujer interna en la cárcel de Zuera.

A lo largo de «esta laboriosa investigación» se han realizado cuatro registros en domicilios de Zaragoza y La Rioja , ya que uno de los detenidos residía en esa provincia. Se han intervenido un total de 4.000 gramos de hachís, útiles para distribuir la droga, 10 teléfonos móviles y 750 euros en efectivo.

Actualmente diez de los doce detenidos se encuentran en prisión: dos de ellos en el Centro Penitenciario de Daroca y el resto en Zuera. A todos ellos se les imputa un delito contra la salud pública por tráfico de drogas y pertenencia a grupo criminal.