Antonio Silván: «Estamos viendo un golpe de Estado dirigido desde Waterloo»
El senador leonés fue el encargado de defender la posición del PP durante el debate de la amnistía del pasado jueves en el Senado
El Senado eleva el tono contra la amnistía de Sánchez: «España no tolera más indignidad»
Antonio Silván, senador del Partido Popular, posa en León, su ciudad natal
Tras una vida en la política, Antonio Silván (León, 1962) se ha convertido en uno de los rostros más reconocibles del PPen el Senado, donde los populares están exhibiendo su músculo territorial para hacer frente a los desafíos que plantean los secesionistas ante el « ... silencio cómplice» de Pedro Sánchez, como él mismo reconoce. Horas después de haber defendido en el Senado la postura del Partido Popular ante la amnistía, atiende a ABC desde su León natal, que le recibe con sol tras unos días de lluvia en la capital.
–Usted es ya un veterano de la política, ¿nota más crispación que nunca?
–Creo que se está apostando muy fuerte y eso genera tensión. Ylas decisiones en momentos trascendentales como este hay que tomarlas con cierto reposo y tranquilidad y no desde la crispación.
–¿Cree que la gente de la calle es consciente de ese momento crucial ante el que se encuentra España?
–Yo creo que sí y lo estamos viendo. Las concentraciones a las que hemos asistido en Madrid o Barcelona y la que este domingo veremos en Toledo demuestran que la gente está preocupada. Creo que los españoles somos conscientes de esa situación y creo que muchos de ellos no votaron traicionar a España desde el chantaje el pasado 23 de julio.
–Es cierto que la amnistía no estaba en el programa del PSOE, pero los que votaron a Sánchez sí conocían los indultos o que habían pactado leyes con Bildu y aun así eligieron su papeleta, o sea que hay una España que sí quiere esto en cierto sentido…
–Bueno, pero es que aquí, cada día, se supera un nuevo límite y todo por un puñado de votos que le faltan a Sánchez para gobernar. Yo creo que la gente está especialmente sensibilizada con este asunto y Sánchez lo tiene muy fácil. Puesto que no presentó en su programa electoral someterse a este chantaje tiene la posibilidad y la obligación de someter este escenario a la decisión de los españoles, pero no se atreve. Y como le digo, todo por unos cuantos votos.
–¿Se refiere a los de los secesionistas?
–Claro. Y el otro día, ante el silencio de Sánchez y del Gobierno en el Senado, Pere Aragonès fue muy claro: amnistía, referéndum de independencia, condonación de la deuda, diálogo bilateral… Estamos viendo esa traición, ese golpe de Estado dirigido desde Waterloo y Sánchez no se está atreviendo a dar la cara. No lo hizo en el Senado el otro día y tampoco lo hace en el Congreso que, por cierto, está cerrado a cal y canto por la presidenta Armengol.
«Sánchez no se está atreviendo a dar la cara y los socialistas que callan son cómplices de lo que él haga»
–No hay mal que por bien no venga, porque esa ausencia de actividad en la Cámara Baja le ha devuelto los focos al Senado…
–Pues sí, y como quedó demostrado el otro día, el Senado está ejerciendo su función y va a seguir demostrando la fortaleza del Estado de Derecho y de la democracia española a pesar del silencio cómplice de los socialistas que no acuden ni a sesiones parlamentarias.
–¿Se imaginaba hace años a un Gobierno que no acudiera a la llamada del Senado?
–En ningún caso. Pero es que lo que hemos vivido antes y después del debate es un escenario fuera de todo sentido democrático. Con senadores, diputados y presidentes autonómicos socialistas que callan y son cómplices del silencio del presidente en funciones. Y los que hablan, como el senador Juan Espadas, mienten para intentar salvar a Sánchez, como quedó acreditado cuando el Senado demostró que había cumplido su función remitiendo la convocatoria a la comisión a quien correspondía del Ministerio de Presidencia.
–¿Y qué cree que llevó a Juan Espadas a mentir cuando sabía que era facilmente demostrable que no era así?
–Pues intentar salvar lo insalvable. Poner tierra por medio a una sumisión a un chantaje y tratar de salvar a Sánchez a toda costa.
–¿Se está legitimando en política que todo valga, incluso mentir?
–El propio Espadas dijo el otro día que en política no vale todo y estoy de acuerdo con él, pero hay que aplicarlo. No vale todo y mucho menos la mentira. Es una demostración más de un incoherencia, una incongruencia y una complicidad. Porque aquí unos son autores por acción y otros por omisión. Los socialistas que callan son cómplices de lo que haga Sánchez.
«No vale decir una cosa en Mijas y en Madrid aplicar la contraria. No todo vale en política»
–Hablando de incoherencias, el señor Espadas defendió este viernes en Mijas que se deje gobernar a la lista más votada, la del PSOE, pero horas antes en el Senado legitimaba la investidura de Sánchez a pesar de haber perdido las elecciones.
–Una más. Es que parece que además se están trasladando mensajes como si creyeran que la gente no piensa o no reflexiona. ¿A quién quieren engañar? No vale decir en Mijas una cosa y en Madrid aplicar la contraria. No vale en Barcelona decir una cosa y en Madrid aplicar la contraria. No vale que Page diga algo en su territorio y que luego no sea consecuente con ello cuando tiene la oportunidad de serlo en el Senado. Golpe en la mesa por parte de algún socialista no hemos visto ninguno.
–Es que Page dijo que lo del otro día en el Senado era una encerrona…
–¿Una encerrona? ¿Ahora al debate parlamentario se le llama encerrona? ¿Se le llama instrumentalizar un argumento? La democracia se basa en el acuerdo y en el diálogo dentro del hemiciclo. Lo que está haciendo el Senado, en el marco de la Comisión General de las Comunidades Autónomas, es cumplir con su función. No está al servicio de intereses particulares y sí del interés general.
–Después de la moción para la igualdad de los españoles y de esta Comisión General de las Comunidades, ¿cuál es el siguiente paso del PP en el Senado para poner en evidencia al PSOE?
–Pues seguir en este planteamiento y con el objetivo de que el futuro de España se decide entre todos. Yo trasladé el mensaje de que esta Comisión va a tener mucho que decir en el asunto de la unidad de España desde la diversidad de los territorios. Y vamos a seguir con ese objetivo. Nosotros vivimos en un país unido, en el que se reconoce la diversidad de los territorios como quedó plasmado el jueves pasado, pero con un objetivo claro que se llama España. Vamos a agotar todas las vías legales, políticas y sociales para impedir que España se rompa. Y que se rompa desde Waterloo con la complicidad de Sánchez y de su Gobierno.
«Las fotos más ignominiosas que se han podido producir las hemos visto en este último mes»
–¿Cree que Sánchez ya tiene acordada la amnistía?
–Lo tendrá que decir Sánchez, pero todo hace indicar que sí. Parece que esto está siendo un masaje que va poco a poco acomodando el cuerpo para que esté preparado cuando se haga realidad. Mientras eso no pase, nosotros tenemos que seguir trabajando para que no se produzca. Y para que los españoles decidan. Algo que Sánchez tiene muy fácil, porque basta con que vayamos a elecciones para que podamos decidir sobre los que nos ocultó antes del 23J y lo que nos está ocultando ahora. Porque todo esto se está fraguando con un absoluto oscurantismo.
–¿Y en el PP se vería con otros ojos la amnistía si los encausados pidieran perdón y aseguraran que no tiene pensado volver a intentarlo?
–Nosotros lo que queremos es que se acabe esta situación de indefinición de algunos y de claridad por parte de otros. Queremos que digan que España es una y que todos vamos a trabajar en el mismo sentido. Y todo eso dentro de la Constitución y de la legalidad. Todo lo demás son brindis al sol y nosotros queremos realidades. Representan el 1,6 por ciento de los votos y eso es lo que está condicionando y decidiendo por todos los demás. Algo que acepta el presidente del Gobierno en funciones con la complicidad de socialistas y de los independentistas.
–¿Llegará Sánchez a ese límite que le marcó Aragonès el jueves?
–Sánchez, por siete votos, hace lo que sea necesario. Si la amnistía y el referéndum el 22 de julio no existía para Sánchez, pero la noche del 23 de julio, como ya necesitaba esos votos para seguir gobernando, la cosa cambia. Siete votos que han cambiado la realidad de España. Siete votos que nos han dejado varias fotos. Porque de fotos hay que hablar también. Las fotos más ignominiosas que se han podido producir las hemos visto en este último mes. Una vicepresidenta sonriendo y saludando a un golpista en Waterloo; y el presidente del Gobierno reunido y dando la mano a los herederos de los etarras, que no han pedido perdón por el daño que hicieron a los españoles. Esa es la realidad. Y en política no vale todo, aunque para Sánchez parezca que sí. No puede ser y hay que poner el pie en pared. Ya está bien. Los españoles tenemos que decidir entre todos nuestro futuro y no puede ser que el 1,6 por ciento de los votos decida por todos nosotros.
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