El precario nivel de los pantanos, por la sequía, pone en jaque a la campaña del ajo en Córdoba

La situación de los pantanos con cabecera en Córdoba , y fundamentalmente el de la Breña II , que es el que regula los regadíos de la campiña sur donde se focaliza la producción del ajo , añaden más pesimismo a la campaña de esta hortaliza que, según las estadísticas de la Junta de Andalucía sumó 62,2 millones de euros en 2020, con la provincia como la principal productora con sus 2.000 hectáreas de cultivo, lo que supone el 37% del total de superficie en Andalucía.

El pantano de la Breña II uno de los de construcción más reciente de Córdoba, presenta, a fecha de ayer, la peor situación de la provincia con su 14,8 por ciento de ocupación . O lo que es lo mismo, con 122 hectómetros cúbicos embalsados cuando tiene capacidad para albergar 823 . La precariedad del pantano es tal que han aflorado los restos bajo el agua del anterior embalse, por lo que deja a priori la ampliación hecha en su día, y que todavía están pagando los regantes cordobeses mediante un canon, sin efecto alguno. La Breña II entró en funcionamiento en 2008.

La situación de este pantano , así como la imposibilidad de poder coger agua del cauce del Guadalquivir para riegos con el estado de sequía declarado, agrava aún más la fuga de este cultivo a fincas de Castilla-La Mancha , principal productor nacional de este cultivo, que cuentan con pozos y aguas subterráneas para poder regar.

El presidente de la Mesa Nacional del Ajo de Asaja , Miguel del Pino, y alertó este verano, ante el escenario del cese de los riegos en invierno , que no se puede evaluar el número de hectáreas de ajo cordobés que se perderán en la próxima campaña tras su «fuga» a la comunidad autónoma vecina, donde el riego con pozos está más garantizado que con los canales de riego del Genil-Cabra o la extracción directa del Guadalquivir.

En Montalbán , que junto a Santaella concentra la mayoría de la producción cordobesa, ya se han producido las primeras incursiones en tierras manchegas , donde se realiza la siembra y cosecha, manteniéndose en Córdoba los almacenes y plantas para su tratamiento y almacenamiento.

La sequía y la imposibilidad de regar por la situación de los pantanos también amenaza a dos cultivos estratégicos en la provincia , como son el olivar y el naranjo . Los regantes recuerda que la campaña de riego que acabó en septiembre fue de «facto» una campaña de sequía , donde recibieron la mitad de agua que en la anterior. Los árboles , por tanto, acumulan un déficit hídrico que se agravará con la falta de riego de este año, donde sólo se garantizarán riegos de supervivencia, es decir, para mantener con vida al árbol. Pero, «¿qué pasará si la sequía se prolonga y dura el año que viene? ¿Aguantarán las arboledas?», se pregunta el técnico de Asaja, quien se hace eco de la preocupación existente entre los productores de cítricos y olivareros. « No es lo mismo perder un año de cereal o de cultivo de hortalizas que perder una explotación entera de olivar de regadío o de almendro, que requieren de unas fuertes inversiones», indicó Pérez.

La situación del pantano de Iznájar , el mayor de Andalucía, tampoco garantiza los riegos de supervivencia prolongados en su zona de influencia, fundamentalmente la Subbética, donde el olivar es el principal cultivo. Actualmente el pantano se encuentra al 20 por ciento de su capacidad, con 200 hectómetros acumulados de los 981 posibles.

La declaración de sequía impide también cualquier posible trasvase , como el que estaba sobre la mesa a Antequera para paliar la falta de agua tanto para consumo humano como para riego en esta zona de influencia de Málaga.