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Pasar el rato

Faltan camareros

Se expresan con más precisión y sobriedad que un diputado

Un camarero en la plaza de La Corredera VALERIO MERINO
José Javier Amorós

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UN camarero se expresa con más fluidez que un diputado. Su vocabulario acostumbra a ser más amplio, y lo usa con precisión y sobriedad. El tono, sobre todo, el tono.

—¿Qué va a tomar el señor?

En la música de esa frase única ... se resume la civilización . El cliente sabe que ha valido la pena vivir hasta ese momento, sólo para poder ser objeto de tanta consideración en tan pocas palabras. Sin llegar al hieratismo, el interrogador mantiene una distancia respetuosa y vagamente afectiva. También él se siente concernido por la pregunta, y eso se nota en el sonido. Su tono no es neutral, quiere que el cliente acierte. Para poder trasladar con la música justa esa fórmula sublime, hace falta oficio. Oficio de camarero . Saber servir es mucho más difícil que saber mandar. Cualquier patán puede alcanzar el poder. No es infrecuente que el poder desemboque en la arbitrariedad, en el abuso, en la grosería. De la experiencia del poder nadie sale mejor de lo que era. Y eso que hay gente a la que parece que ni siquiera el poder puede empeorar. Para servir, en cambio, se necesita clase, no sólo práctica. Por ignorar que el poder es, ante todo, servicio, se ejerce tan mal el poder en España .

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