Isabel San Sebastián: «Tenemos que quitarnos el sambenito de la culpa»

A usted le corresponde abrir hoy el programa de Viana con una ponencia sobre Almanzor, un personaje fascinante, oscuro y luminoso al mismo tiempo y que aparecía en su novela 'Las campanas de Santiago'. ¿Qué puede avanzar?

Hablaré de Almanzor , sí, que es un personaje deslumbrante en sus luces y tenebroso en sus sombras. Hoy creo que es poco conocido y menos que lo va a ser ahora que su nombre ha sido borrado de los planes de estudio. Fue determinante en la Historia de Al Ándalus y por ello en la Historia de España. Su carrera fue fascinante , meteórica, basada en cierta medida en su poder de seducción y en gran medida en su carácter despiadado. También tuvo un talento extraordinario en la creación de un ejército poderoso y fue capaz de unificar Al Ándalus mientras lograba fragmentar el territorio cristiano con el fin de debilitar a sus enemigos y someterlos.

A su muerte, el dorado Califato Omeya se vino abajo. ¿Cómo pudo ocurrir?

Almanzor cometió un error imperdonable: intentar suplantar a los Omeyas en el Califato para crear su dinastía. Llenó Córdoba de mercenarios bereberes y cristianos y a su muerte se rebelaron y convirtieron lo que había sido un poderoso Califato en tiempos de Almanzor en un amasijo de ruinas. Todo aquello lo remataron unos caballeros catalanes saqueando Córdoba y los hijos de Almanzor tuvieron muy mala muerte. De su legado no quedó nada y por eso hoy no sabemos siquiera donde estuvo su gran palacio de Medina Al-Zahira.

¿Que tiene la novela histórica para ser hoy de los géneros literarios más leídos?

A mí de la novela histórica me apasiona la posibilidad de aprender y de enseñar entreteniendo, ese doble carácter lúdico y pedagógico que tiene la novela histórica. También poder contribuir a recuperar la Historia de España y combatir el intento de borrado y tergiversación de la que es objeto en este momento por parte del gobierno y de muchas comunidades autónomas. Quiero contribuir a evitar esa demolición.

Es curioso, porque mientras menos Historia hay en las aulas más crece el interés por la divulgación histórica en periódicos, revistas o novelas.

Es lógico, la gente quiere saber sus raíces . Eso es universal. Mire el caso de los norteamericanos, que tienen 200 años de historia y escarban en ella hasta los más mínimos detalles. Nosotros tenemos una historia antiquísima y que configura un patrimonio impagable, que aúna casi todas las civilizaciones . Ahora se quiere eliminar todo eso y como a la gente se le hurta ese pasado y no quiere que eso ocurra pues acude a otros medios.. En ese contexto, las novelas históricas tienen la ventaja de que unen conocimiento con emoción, intriga o sentimientos y eso hace que el aprendizaje sea más placentero.

¿Qué es lo que pretende el grupo Escritores con la Historia, al que usted pertenece al igual que el resto de ponentes de este ciclo de Córdoba?

Me interesa porque es un periodo sobre el que existe un especial interés en borrarlo. Ahora hay una tendencia nueva de negar la Reconquista diciendo que no hubo conquista, que los musulmanes llegaron en 711 con flores en las manos y que todo fue una cosa simpática y pactada amigablemente. Yo tengo especial empeño en combatir esa tergiversación que me resulta vergonzosa . Por otra parte, me interesa la Reconquista porque es un periodo muy inspirador. E inagotable además, porque hay muchísimos momentos que contar. Además, tiene una importancia fundamental en lo político, porque si España es parte del mundo occidental, de la Unión Europea y una democracia libre es gracias en parte a ese enorme sacrificio de nuestros antepasados . Si estamos en la órbita en la que estamos y no en la musulmana, y yo me alegro mucho de ello, es gracias a eso.

Ahora se habla de la lucha del pueblo ucraniano por ser parte de Europa, pero lo mismo se puede hablar del pasado de la península en esa lucha de siglos.

Ocho siglos nada menos. Eso lo decía el hispanista francés Josep Pérez, que tenía simpatía por España. Él, al igual que yo, estudió en colegios franceses y allí se nos decía que Europa acababa en los Pirineos y que España no era Europa, que era otra cosa. Pérez decía por contra que no sólo es que España sea europea sino que ha sido el único país que durante ocho siglos se ha ganado el derecho a serlo. Eso es verdad y merece la pena ser reivindicado y contarlo. Hoy día no es que olvide esa epopeya de ocho siglos , sino que se quiere negar y eso ya es el colmo.

Para finalizar, ¿qué puede contar de su proyecto de novelar la Reconquista?

Ahora estoy centrando en los Reinos de Asturias, León y Castilla y hacia abajo, porque abarcarlo todo es imposible. Tengo ya dos novelas que transcurren en el Reino de Aragón que son “Imperator” y “Un reino lejano” que contemplan la perspectiva desde ahí, pero ahora me estoy centrando en la ampliación del Reino de Asturias hacia León y Castilla. En eso estoy. Tengo ya una novela acabada que se publicará en septiembre, titulada “La dueña” y que relata las peripecias del siglo XI. La idea es contar toda la Reconquista a través de una familia y lo haré como lo hago siempre, entretejiendo la historia con la la aventura y una forma amena, comprensible y sencilla a pesar de lo complejo que es este momento histórico, con muchos reinos y muchos intereses cruzados.