Los encierros de Santa Ana avivan el julio de El Viso

A las doce de la mañana de este miércoles arrancaba el primero de los encierros, aunque los más pequeños pudieron disfrutar el martes de uno especialmente dedicado a ellos, y el colorido empezó a llenar las calles de El Viso. Bajo los toldos y los paraguas que se han instalado para sofocar las altas temperaturas se encuentra un asfalto que arde por el calor, pero también por la adrenalina de quienes deciden esperar a las vaquillas durante un recorrido que finaliza en la plaza Fermín Muñoz González-Corchado. Las pandillas de amigos salen a las calles, a saborear lo que consideran parte «imprescindible» de sus fiestas. Algunos lo hacen capote en mano, otros simulan con sus camisetas este elemento del arte del toreo. Toca correr, esquivar y refugiarse en algunos de los improvisados burladeros que se colocan a las puertas de algunas viviendas. Pero por encima de todo toca ser prudente para que la diversión continúe.

El primero de los encierros dejó un buen ambiente que a buen seguro se incrementará con el paso de las jornadas y llegará a su total plenitud durante las jornadas del fin de semana. Y es que estos días El Viso se convierte en el epicentro de la actividad de la comarca de Los Pedroches y también de otros pueblos vecinos cuyos habitantes desean conocer los aspectos más singulares de estas fiestas.

Pero no todo son encierros en El Viso durante la feria, hay mucho más. La jornada de este jueves es de las más intensas y de la que antes arranca. Desde las seis de la mañana los vecinos de la localidad muestran sus respetos a la patrona, a la abuela Santa Ana, que es traslada en procesión hasta la iglesia de la Encarnación en una procesión que cuenta con el acompañamiento musical de la banda de música de la Asociación Musical y Cultural de El Viso.