Industria
Una empresa promueve en Córdoba un polo de desarrollo de drones y robótica
Apuesta por convertir el aeropuerto en un centro especializado con áreas de vuelo exclusivo para los vehículos
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La división aeronáutica de la empresa SDLE () ha emprendido negociaciones en los despachos institucionales para crear en Córdoba un ‘hub’ tecnológico donde se investiguen dos de las ramas de futuro más relevantes de la industria en estos momentos: el uso de ... drones y la robótica .
El asunto lleva meses bajo negociación entre empresa e instituciones con el objetivo de crear un Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (en adelante, Perte ), la figura creada por el Gobierno para invertir parte de los fondos Next Generation liberados por la Unión Europea con el propósito de contribuir a una recuperación económica vigorosa que dé salida a la crisis del Covid. En los encuentros se han abordado asuntos como las especificaciones del aeropuerto de Córdoba como punto de llegada de inversiones.
El proyecto, que lleva el nombre de Robocord , parece ciencia ficción pero algunos de sus elementos se encuentran ya implantados en la vida civil y militar. Los drones arrancaron en acciones de los distintos ejércitos pero ahora vigilan fronteras , desarrollan tareas agrarias, sirven para la investigación arqueológica y operan en el control de incendios forestales.
Empresas como Amazon trabajan en el reparto aéreo de productos hasta la misma puerta de casa. La robótica, por su parte, sirve ya para barrer las casas, se ha incorporado a los procesos industriales de forma masiva y, en el futuro, se usará para que los vehículos de reparto y de movimiento de personas y enseres funcionen por complejos sistemas informáticos basados en la inteligencia artificial.
El proyecto en el que se trabaja tiene dos patas. Una se encuentra centrada en el aire y otra en la tierra. Lo que se ha puesto sobre la mesa, en primer lugar, es darle uso al aeropuerto para convertirlo en un lugar de investigación y producción de drones . Habitualmente, las empresas que trabajan en este sector no utilizan las pistas aeroportuarias sino para pruebas muy concretas dado que no necesitan mucho espacio y prefieren evitar el pago de las tasas correspondientes.
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El proyecto persigue contar con una infraestructura con capacidad para drones pesados (con alta autonomía de vuelo y prestaciones) que precisan de especificaciones de despegue y aterrizaje mucho más amplias. AENA realizó una inversión en el aeropuerto de Córdoba que nunca llegó a generar tráfico de pasajeros. Pista incluida, el proyecto necesitaría unos 400.000 metros cuadrados de espacio .
La iniciativa se encuentra en la línea de otros aeropuertos de bajo tráfico y rentabilidad que se han dedicado a trabajos especializados alejados del tráfico civil. Algunos se han destinado a mover mercancías y existe la experiencia de un aeródromo que se ha convertido en una referencia en el mantenimiento de aeronaves como el de Teruel, que no pertenece a AENA , pero que es una referencia en el aparcamiento y mantenimiento de aeronaves comerciales.
El modelo sería el de una reforma de los espacios anexos al aeropuerto cordobés para permitir la construcción de instalaciones y hangares que sirvan de sede para las firmas interesadas. La propuesta pasa por dotarlo de un ‘vertiport’, una zona para el despegue y aterrizaje vertical de la nueva línea de negocio de las empresas del sector: los taxis aéreos no tripulados. Actualmente, hay ya varias instalaciones en Europa que investigan en este tipo de vehículos para que sean seguros. Las primeras aplicaciones están centradas en los vuelos turísticos.
Se calculan unos 12.000 empleos directos en un desarrollo muy rápido de tiempo que precisa de grandes acuerdos
Las empresas de drones necesitan espacio para instalarse pero también cielo, que es el lugar donde ocurren las cosas. La empresa impulsora del proyecto realiza dos propuestas de ordenación del cielo con el objetivo de que las firmas puedan probar sus tecnologías.
Una es la propia regulación del cielo de la ciudad de Córdoba, sobre todo, para las empresas que prueban los drones de entrega de paquetería y que en estos momentos tienen severos problemas con la normativa que limita o prohíbe volar sobre zonas urbanas. La segunda es reservar un amplio espacio de la provincia de Córdoba, sustancialmente sobre la Sierra de Hornachuelos , que tendría una regulación diferenciada como una especie de zona aérea de pruebas para drones.
Todas estas cuestiones dependen de los organismos de regulación aérea que ahora andan desarrollando el proyecto U-Space, la nueva generación de tecnología que regulará el espacio aéreo ya sean tripulados en cabina, a distancia o autónomos en la Unión Europea. Actualmente, la Universidad Politénica de Valencia trabaja en un proyecto de desarrollo de tecnologías precisas, por ejemplo, para que los vehículos no choquen entre sí.
El proyecto se presentará a la financiación de los fondos Next Generation con un monto total de 780 millones de euros
En estos momentos, existen dos proyectos en marcha en España que se centran en la investigación sobre drones. Desde hace muchos años, se trabaja en el llamado proyecto CEUS, en la localidad onubense de Moguer. La Junta prometió hace muchos años impulsar un hub de pruebas para drones para el que se llegó a contar con Declaración de Impacto Ambiental.
El problema ha sido en los sucesivos retrasos a la hora de licitar y desarrollar el proyecto físico . Galicia es una comunidad que ha apostado a fondo por incentivar este tipo de tecnologías en torno al Polo Aeroespacial de Rozas, que cuenta con el apoyo de empresas como Indra , Babcock o Boeing , que ha realizado una inversión inicial en el procedimiento.
La segunda parte es robótica . El diagnóstico del hub es que, en estos momentos, existe una pujante actividad industrial relacionada con el sector y, en concreto, con todo tipo de vehículos autónomos. La Base Logística del Ejército de Tierra es un ejemplo de necesidades que el sector tendrá que cubrir. Los altos mandos de las Fuerzas Armadas han contado que necesitan tecnologías concretas que no existen en el mercado y que permitan crear góndolas de transporte autónomo para mover equipos grandes y pesados como un tanque Leopard.
La parte robótica debería generar un parque de empresas especializado que se valora inicialmente en unos dos millones de metros cuadrados. Se han establecido opciones de emplazamiento cerca del aeropuerto con el objetivo de establecer sinergias, en la zona de Villarrubia . El proyecto trabaja sobre una zona de emplazamiento de industrias, una zona de pruebas y un circuito para probar los vehículos .
Implica también cambios en la ciudad con el objetivo de que se adapte la normativa para que los vehículos no tripulados terrestres también puedan usar Córdoba como campo de pruebas en uno de los problemas que tienen las empresas del sector: usarlos en entornos reales.
Quiere crear un espacio industrial y de pruebas con capacidad para miles de puestos de trabajo
¿Y todo esto quién lo paga? Según la clásica pregunta del escritor Josep Pla al contemplar las luces y los rascacielos de Nueva York, hay que precisar que se trata de un proyecto que, de cuajar, tendrá que competir con muchas otras iniciativas que pretenden acudir a los 130.000 millones de fondos europeos .
El coste total de todo el proyecto es de 780 millones de euros, el doble del presupuesto asignado a la Base Logística del Ejército de Tierra . En la parte aérea, la de los drones, se trabaja con unas magnitudes de 350 empleos directos de 25 empresas y 700 indirectos. En la parte robótica de tierra, unas 110 empresas más 1.100 en régimen de coworking , 11.000 empleos directos y 20.000 indirectos.

La pregunta pertinente es quién ha elaborado los papeles impulsores de la propuesta, SDLE. La firma es un grupo de ingeniería que nació como proveedor de defensa y que trabaja en 25 países. Es un proveedor habitual de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil . Cuenta con una rama de aeronáutica y otra de tecnología civil que da servicio, por ejemplo, para el control de fronteras.
Para el Ejército español, desarrolla el mantenimiento de los vehículos RG-31 dentro y fuera de España o de los misiles antiaéreos Hawk. Es la empresa proveedora de la Dirección General de Tráfico para el nuevo sistema de drones que vigilará las carreteras. El instituto armado usa su tecnología cuando quiere evitar que drones no autorizados operen en determinados entornos donde la Guardia civil trabaja. Opera también con ejércitos de otros países en la implementación de tecnología.
El uso empresarial del aeropuerto de Córdoba no es exactamente una idea nueva. Cuando la obra de ampliación de las instalaciones se realizó, con el presidente Rodríguez Zapatero en el poder, la Gerencia de Urbanismo ya anunció un estudio sobre crear un espacio de naturaleza industrial en el entorno más inmediato que permitiese la llegada o ampliación de instalaciones de empresas dedicadas a este sector. El proyecto nunca llegó a concretarse por múltiples razones.
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