Chisporroteos

Si hubo dudas en la previa, hoy se sabe que eran injustificadas y nadie le puede negar a la Agrupación de Cofradías que su prioridad absoluta es que las hermandades lleguen hasta la Catedral, aunque sea a costa de retorcer los relojes como los de Dalí y de un esfuerzo, a veces grande, por parte de los afectados. El paso por el primer templo de las 23 cofradías está antes que la carrera oficial y de paso igual todo sirve para saber andar un poco más deprisa.

Lo más próximo a un paso en que se va a haber al Cristo de la Salud está estos días en la Trinidad, con el magnífico Crucificado de 1590 sobre una estupenda peana del siglo XVIII recién restaurada, y hasta con candelabros arbóreos. Su cofradía, admirada el Lunes Santo en su atractivo camino por la Judería, se reafirma cada año en su peculiar forma de ser con su imagen a hombros. Ver erguido y alto al Cristo impresiona. Y soñar es gratis.

No ha dejado de ser un pequeño alivio ver cómo un grupo cristiano, reunido en torno a una imagen de mucha devoción en un barrio de extramuros pero ya con solera, acaba de reaparecer en Cuaresma. Por el momento las noticias sobre su presente y futuro pueden ser contradictorias, pero sería una pena que en pleno crecimiento se volatilizara como las semillas que se marchan lo que tanto trabajo costó conseguir. La paciencia, diría Santa Teresa, todo lo alcanza.

¿Será verdad que se va a permitir la convocatoria de cabildos generales permanentes por facebook en sustitución de los presenciales? ¿Los bomberos tienen prohibido actuar de oficio, aunque las casas ardan por los cuatro costeros? ¿Después de la segunda puerta habrá que abrir alguna más, sin celosías y bastante lejos de la Catedral? And last but not least: ¿tendrán mucho miedo los clarines del día de San José?