La Paz recupera a su San Juan y los respiraderos de Cerrillo

La corporación ha adquirido esta imagen a la hermandad de San Andrés y en este momento se le realiza una restauración en el taller de Antonio Bernal, aunque su estado de conservación no es malo. El objetivo es que forme parte de la exposición «La Paz, un legado de 75 años», que se inaugurará el próximo jueves en el oratorio de San Felipe Neri, y que resumirá la historia y el patrimonio de la cofradía. Se trata de una imagen que procede del convento de los Capuchinos de Antequera, y que llegó por mediación de Fray Juan Evangelista de Utrera, un sacerdote con mucha influencia en la hermandad en aquellos años.

Es una obra anónima que podría ser del siglo XIX, que restauró Juan Martínez Cerrillo al llegar a Córdoba y que ahora vuelve a la cofradía, aunque sin la menor intención de que vuelva a acompañar a la Virgen en el palio. La hermandad la tendrá en su casa y en principio sólo visitará el templo para algún culto ocasional. Acompañó a la Virgen en su histórico traslado desde San Lorenzo hasta el Santo Ángel y fue con ella desde su primera salida bajo palio en 1941 hasta 1959. En los años 70 pasó a formar parte del misterio de la calle de la Amargura junto al Señor del Buen Suceso, hasta que en 2003 se estrenó la nueva imagen, obra de Miguel Ángel González Jurado.

También se podrán ver en la exposición los antiguos respiraderos del paso de palio, que talló Juan Martínez Cerrillo en 1946, y que salieron hasta 1977, cuando se estrenaron los actuales. La cofradía de Lucena que los tenía los ha donado a la hermandad de la Paz. Se trata de una talla con mucho volumen, que originalmente era plateada, aunque en la actualidad tiene aspecto dorado.