¿Por qué donó Lagartijo una túnica a Jesús Caído?

Aunque la anterior es la versión más extendida, lo único que está demostrado es que Lagartijo encargó esta túnica en enero de 1884 en la casa comercial Señores E. Castells e hijos, en Barcelona, a los que abonó 5.000 pesetas. Asimismo, la finalización de esta pieza bordada en terciopelo data del 26 de marzo. Llegó a Córdoba el 31 para su estreno esa Semana Santa.

Esta información ya contrasta con una de las creencias que situaban la cogida de Lagartijo en 1884, hecho que parece poco probable ya que el pedido se realiza en enero de ese año. Juan Rafael Cabezas, hermano de la cofradía de Jesús Caído , aclara que «según aparece en la prensa, Lagartijo tuvo sólo seis cogidas en su carrera y no hay ninguna registrada como grave».

Cabezas, que ha visionado documentos de la época, piensa que la pieza, conocida en la hermandad como «túnico», «pudo ser encargada por una cogida que tuvo su hermano Manuel Molina en 1883 que no llegó a mayores o por el fallecimiento del banderillero Rafael Bejarano en ese mismo año».

Por otro lado, cree que «tampoco es descabellado pensar en la idea inicial y que Lagartijo se encomendara a Jesús Caído al salir herido leve de una cogida que podía haber sido más grave». En definitiva, parece complicado resolver el misterio que rodea la donación de esta joya de la Semana Santa de Córdoba, a día de hoy muy deteriorada por el paso del tiempo. Por su tamaño permite ver el talón del Señor, de gran belleza y detalle.

Este pedido es realizado por Lagartijo durante su mandato como hermano mayor de Jesús Caído, periodo que coincide con una época de esplendor de la cofradía. Lo que se desconoce hasta el momento son los motivos que llevaron al matador a ofrecer esta valiosa prenda a su titular. Quizás el 250 aniversario de la cofradía sea el mejor momento para agrandar la leyenda.