desde simblia
El textil de Priego
La crisis llegó cuando Franco otorgó a los catalanes el control
Había una vez un circo
Drama en la fiesta del 28M
Córdoba
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEntre los recuerdos de mi adolescencia uno de ellos es la existencia de un equipo de fútbol de lo que entonces era la Tercera División, cuyo nombre era Priego Industrial. Aquel equipo competía con el C. D. Iliturgi, el Atlético Malagueño, el Real Jaén, ... el C: D. Almería, el Imperio de Ceuta o al Atlético Cordobés, que era el filial del Córdoba C.F. cuando por aquellas fechas militaba en la Primera División del fútbol español con Miguel Reina en la portería, antes de que fuera fichado por el C.F. Barcelona.
Me llamaba la atención el añadido de industrial. Se debía, posiblemente, a que la Andalucía de la época era esencialmente agraria y la industria, muy escasa por estos lares, se asentaba en otras partes de España. Por aquellos años, precisamente, se iniciaba una fuerte emigración de andaluces hacia Cataluña y la Vascongadas buscando mejores condiciones de vida y un puesto de trabajo en esa industria.
No sabía entonces que, desde muchos siglos atrás, la elaboración de tejidos había sido una de las señas de identidad de la hermosa localidad de la Subbética. Los moriscos habían sido una comunidad muy importante en su vecindario a lo largo del siglo XVI, porque allí se asentaron muchos de ellos cuando en 1571 Felipe II ordenó dispersarlos por diferentes lugares de la corona de Castilla, tras la guerra de las Alpujarras. Esos moriscos cultivaron moreras para criar gusanos y obtener la seda necesaria para sus telares que continuaron en funcionamiento, en manos de cristianos viejos, hasta mucho tiempo después de que fueran expulsados (1609-1614), bajo el reinado de Felipe III. Los textiles de seda tuvieron una gran importancia en la actividad económica de la localidad a lo largo de los siglos XVII y XVIII, su agonía llegó el primer tercio del siglo XIX.
Cuando la seda perdió fuelle la actividad textil de Priego entró en una fase crisis que se prolongaría hasta bien entrada la segunda mitad del siglo XIX. En torno a 1870, con la revolución industrial en marcha y con el algodón como materia prima, resurgió esplendorosa. Las fábricas de tejidos de Priego incorporaron las principales novedades tecnológicas —además de telares, maquinas bobinadoras, urdidores o canilleras—de aquel tiempo y en la primera mitad del siglo XX sus fábricas de tejidos e hilaturas daban empleo a miles de personas. Llegó a haber en funcionamiento más de cuarenta fábricas y el número de telares mecánicos superaban el millar. La crisis de esta pujante industria llegó cuando Franco otorgó a los catalanes el control de los cupos de algodón. Aquella decisión significó la ruina de una industria textil con una historia que hundía sus raíces muchos siglos atrás.
Los catalanes, a quienes según algunos de ellos no hemos dejado de robar, al controlar el algodón —igual que ahora controlan en toda España el viñedo cuyas uvas puede dedicarse a la elaboración de cava—, que se producía y sigue produciendo mayoritariamente en tierras de Andalucía, lograron estrangular la industria textil de Priego que hoy, como recuerdo de ese glorioso pasado industrial que iba asociado a su equipo de fútbol, tiene una cada vez más importante industria de confección.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete