La falta de calor y el agua reducen un 45 por ciento la cosecha de algodón

Los rendimientos registrados en las fincas durante la temporada de recogida que acaba de concluir han sido especialmente bajos por las circunstancias meteorológicas anteriormente mencionadas. Esta situación ha provocado que este cultivo industrial siga perdiendo superficie, una tendencia a la baja que se mantiene desde hace varios años.

Estas plantaciones, que suman un área de unas 2.931 hectáreas (un 15% menos en que en 2021), se encuentran principalmente en municipios de las comarcas de la Vega y del Alto Guadalquivir, como son Palma del Río, Posadas, Villafranca, El Carpio, Pedro Abad, Montoro y Villa del Río.

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Pablo Cruz

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La propia Delegación Provincial de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural señalaba a finales de octubre que «las altas y continuadas temperaturas del verano y las limitaciones de agua de riego han afectado al cultivo obteniéndose rendimientos medios un 25-30 por ciento inferiores al año anterior, lo que, unido a la disminución de superficie sembrada y a que algunas parcelas de riego se acogieron a la excepcionalidad de cultivar en secano, se ocasiona un descenso considerable de la producción provincial».

Asimismo, el aforo que publicó la Administración autonómica al inicio de la campaña en septiembre determinaba una producción de este cultivo de 6.125 toneladas en Córdoba, casi un 43 por ciento menos que en la temporada anterior cuando la tendencia era otra y se esperaba una subida del 16 por ciento. En el caso de los rendimientos, la Junta consideraba que la media se situaría en los 2.090 kilos por hectárea. Esta cifra es un 32,7 por ciento inferior a la de la cosecha pasada, a pesar de que la aparición de plagas no ha sido excesiva como sí ha ocurrido en otras ocasiones.

En el conjunto de Andalucía la tendencia es exactamente la misma, aunque con cifras negativas algo menos intensas, porque se preveían sendos descensos de la producción y de los rendimientos del 27,5 y el 19,7 por ciento. La provincia con más algodón vuelve a ser Sevilla con una estimación de cerca de 85.000 toneladas, aunque esa cuantía era un 28,4 por ciento inferior desde el punto de vista interanual. El territorio con mayores pérdidas era Jaén, al esperar una reducción superior al 72 por ciento.

Desde Asaja se indicó que «nos hemos encontrado con exactamente la misma situación y con los mismos problemas que el año pasado, pero agravados por más bajada tanto de producción como de superficies y rendimientos». El técnico de la patronal agraria, Antonio Monclova, señaló a ABC que «cuando se presentó el aforo por parte de la Consejería nos temíamos que la merma de cosecha y de rendimientos sería mayor, algo que, lamentablemente, ha terminado ocurriendo».

La estimación de la organización profesional es que la caída del algodón recolectado en Córdoba ha podido descender hasta un 45 por ciento. Las causas, según Monclova, han sido la baja pluviometría, el fuerte calor y las menores dotaciones de agua para las explotaciones, ya que las fincas de regadío suponen en torno al 70 por ciento del total.

Hay recordar que las aportaciones de agua aprobadas para la campaña de verano y de otoño por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) se redujo este año algo más de un 37 por ciento. Del mismo modo, recalcó que las excesivas subidas del mercurio en septiembre y en octubre impidieron un normal desarrollo de la planta.

Frente a lo pudiera esperarse, esta menor cosecha no ha traído consigo un incremento de los precios. El representante de Asaja indicó que al inicio de la campaña sí hubo cotizaciones «interesantes» para los productores, pero las cifras, que se cotizan directamente desde la Bolsa de Nueva York en Wall Street, ha ido a la baja conforme avanzaba la recolección.

El valor cada 100 libras (unos 45 kilos) la semana pasada se situaba en los 85,66 dólares, frente a los 118,56 que se pagaban hace un año, lo que supone una disminución del 32 por ciento. Al inicio de la temporada el precio era algo superior a los 103 dólares. A pesar de esta caída, Monclova considera que las cotizaciones actuales permiten a los agricultores cubrir sus gastos, aunque resaltó el fuerte incremento de los costes de los fitosanitarios, los abonos y la electricidad.

Los productores sí recibieron una buena noticia a finales de octubre cuando el departamento encabezado por Carmen Crespo decidió la reducción de los rendimientos mínimos exigidos para el pago de la ayuda específica al cultivo del algodón de la Política Agraria Común (PAC) por los efectos meteorológicos adversos. De esta forma la cantidad requerida para percibir esta subvención pasaba de 500 kilos a cero en el caso del secano y se reducía a la mitad en el regadío, al pasar de 1.000 a 500 kilos. Asaja mostró su satisfacción por esta medida al recoger gran parte de sus peticiones.